Georgia es una mestiza de pastor australiano que había sido abandonada estando preñada: entonces fue cuando llegó a la protectora de The Sunshine Dog Rescue en Phoenix, Arizona. Tuvo un parto prematuro y perdió a sus cachorros. Ella estaba desesperada buscando a su camada y los voluntarios incluso le pusieron un peluche con latido artificial para intentar calmarla. Hasta que llegó una camada de gatitos recién nacidos que habían perdido a su madre...
Georgia no lo dudó, como podéis ver:
Los mininos, a los que han llamado Graffiti, Gumball y Goober, se han adaptado, cada uno a su ritmo, a su nueva madre.
Georgia es la mejor madre del mundo para estos tres gatetes, sin duda.
La mala noticia que han compartido desde la protectora es que le han detectado un tumor a la perra, un tipo de cáncer que requerirá que reciba quimioterapia y que suele tener un prognóstico razonablemente positivo, es decir que todo apunta a que se podrá recuperar. Pero temen que cuando empiece con el tratamiento ya no pueda cuidar de sus pequeños mininos, aunque harán lo posible para que puedan estar juntos algunos ratos.
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