A punto estuvo de ser atropellado pero una buena persona rescató a este can, al que han llamado Lucky. Entonces vieron que el veterinario no podía ni inspeccionarlo porque tenía tal mata de pelo que el pobre apenas sí podía andar y tampoco podía hacer sus necesidades: por eso pidieron ayuda por redes sociales y ahí es cuando Kari Falla, la responsable de BGE Grooming, entró en acción. Esta peluquera canina es solidaria y colabora frecuentemente con protectoras; no lo dudó y abrió su tienda de madrugada para ayudar.
Kari no tuvo ningún reparo en salir de la cama, vestirse e ir a su peluquería a las 12 de la noche para atender a Lucky. Lo necesitaba con urgencia porque llevaba tanto tiempo sin que nadie cuidara de él y se ocupara de cortarle el pelo que era como si tuviera una escayola en su cuerpo: una capa sólida de lana húmeda y apestosa, infestada de pulgas, que no le permitía vivir.
El perro no podía moverse casi. Tras tres horas de trabajo, mirad la transformación...
Lucky está ciego y es sordo, eso no quiere decir que no pueda ser un can feliz. Mirad lo contento que se muestra una vez que por fin le quitaron el peso y pelo extra. Antes, por supuesto, no podía mover el rabillo.
Ahora Lucky, ya esterilizado, está descansando en una casa de acogida y cada día más a gusto.
Deben esperar unas semanas antes de poder encontrarle un hogar definitivo puesto que la ley obliga a tratar de localizar a los dueños de cualquier perro abandonado -aunque, como en este caso, sea obvio que si tuvo dueños eran unos inhumanos- antes de que pueda ser definitivamente adoptado.
