Esta historia ojalá fuera una de esas locuras que se inventan en El Mundo Today pero no, por desgracia ha sucedido este verano en EEUU, un ejemplo más de la falta de responsabilidad de algunas personas que conviven con animales.
Un Bulldog Francés de nueve años fue encontrado de madrugada, dentro de un carrito de bebé, en una zona del aparcamiento del Aeropuerto Internacional de Pittsburg.
El can quedó inicialmente a cargo de la policía. Comprobaron que tenía chip pero les fue imposible contactar con su familia. Investigando en el propio aeropuerto, descubrieron lo que había sucedido: una mujer había intentado embarcar junto al can pero no se lo permitieron porque no llevaba un transportín, solo ese especie de carrito de bebé.
Entonces alegó que el Frenchie era su perro de apoyo emocional, algo que en el pasado sí era la solución para volar en cabina con perros -siempre que tuvieran un certificado como perros de apoyo emocional, algo que se conseguía con relativa facilidad y sin ningún entrenamiento por parte del can.
La normativa cambió en 2021, ese año los perros de apoyo emocional dejaron de ser considerados perros de asistencia en EEUU y desde entonces ya no vuelan gratis con sus humanos en cabina.
En resumen, que esa persona no había tenido en cuenta para nada todo lo que podría necesitar para viajar en avión con su perro. Y en vez de tratar de solucionar la cuestión adquiriendo un transportín o buscando ayuda, eligió dejar al perro allí, sin avisar a nadie, y embarcar en su vuelo, hacia un resort vacacional en México (como ha informado la policía).
Antes de emprender un viaje con tu perro en avión lo responsable es tener claras las normas de la línea aéra, haber acostumbrado al can a ir en su transportín y, por supuesto, tener en regla todos sus papeles y vacunas para evitar problemas en el aeropuerto.
No hacerlo puede tener consecuencias dramáticas, como ya vimos en el caso de Luno, el pequeño perro que, tras varios meses confinado, finalmente tuvo que tomar un vuelo de vuelta para cumplir con los requisitos y poder regresar a España.
El perro está ya en una protectora y según parece han llovido las peticiones para adoptarlo, lo que siempre es buena noticia. Y, cuando consigan localizar a su (presunta) dueña, podría ser acusada de abandono animal.
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