En 2018, la American Society for the Prevention of Cruelty to Animals (ASPCA) le ha otorgado el premio de Perro del Año a este pequeño cockapoo por la gran labor que desempeña en los colegios de su localidad, de Wisconsin. Este can nació sin ojos y con las patas traseras totalmente deformadas debido, parece ser, a la cría irresponsable. Sobrevivió de milagro y ahora él, que no tiene ni idea de que es diferente a otros perros, visita colegios para transimitir, con su energía feliz, un mensaje clave sobre la tolerancia, la diversidad y contra el acoso escolar, el bullying.
Noah genera empatía y muestra que él está decidido a seguir disfrutando y compartiendo su felicidad cotidiana.
Lisa Edge adoptó a Noah hace tres años y ella -que tiene mucha experiencia con perros con necesidades especiales, Noah convive con otros cuatro- pronto comprobó el efecto de Noah sobre las personas y lo mucho que a él le gustaba ese contacto físico.
Y entonces fueron a un colegio y así comenzó la nueva aventura de Noah, con su silla de ruedas y el "halo", mostrando en la práctica que el tener una discapacidad no hace que alguien sea menos importante o que no merezca todo nuestro cariño y más.
Según explica Lisa, con mucha frecuencia reciben mensajes de agradecimiento de niños que han sido acosados y encuentran consuelo en Noah. También visitan residencias de ancianos y hospitales porque en todos lados Noah logra arrancar sonrisas y mejorar el día a los humanos.
Aquí podéis ver varias entrevistas en las que Lisa comparte el camino que ha seguido Noah hasta ser galardonado con este merecido premio por parte de la ASPCA. Hay que ver el cambiazo de cuando Noah fue adoptado a como está ahora...
