Seguro que conocéis la historia: La dueña de Bela, este guapo can, falleció. Y en su testamento dejó dicho que su perro fuera sacrificado para ser enterrado con ella. O que le llevaran a una protectora de sacrificio cero, Best Friend's Animal Society, con la que nadie había hablado previamente. Esas eran las únicas dos opciones.
A Bela no le pasa nada, es decir su dueña quería que alguien sacrificara al Pastor Alemán sencillamente porque ella ya no estaba ahí para cuidar de él. Parece que estaba preocupada porque el can había tenido ciertos problemas de agresividad en el pasado y eso hacía más complicado que pudiera ser adoptado.
Cuando se conoció la historia de Bela, inmediatamente surgió una campaña en redes sociales para tratar de evitar la eutanasia del perro: #SaveBela
El problema estaba en que aunque desde el refugio de Best Friend's Animal Society, cuando se enteraron de toda la historia, dejaron claro que ellos sí podían hacerse cargo de Bela, la decisión final no era suya sino del abogado encargado de ejecutar el testamento de la dueña de Bela.
Durante días se temió por el destino del can. Finalmente, el 23 de diciembre se supo que la decisión del abogado era mantener con vida a Bela y enviarle al santuario de Best Friend's Animal Society.
Tras un viaje larguísimo desde Indiana a Utah, casi 3000 km, Bela ha llegado al santuario donde podrá vivir en paz.
Además, los educadores de Best Friend's Animal Society tienen previsto trabajar con Bela para tratar cualquier problema de comportamiento que tenga el can.
Sin duda, un comienzo de año extra feliz para este perro, pese a haber perdido a su dueña. Y también sin duda una historia que da mucho que pensar.
