Michael Herrick perdió su trabajo y perdió su casa. Ya no podía cuidar de su perro, Reece, y no tuvo más remedio que dejar al can en una protectora. Pasaron los meses y Michael, al fin, volvió a encontrar trabajo.
Un año entero hasta que, de nuevo, pudo volver a plantearse compartir su vida con un perro.
Entonces miró en la web de Great Plains SPCA y para su enorme sorpresa... ¡Reece seguía ahí! Nadie había adoptado a su perro.
En el vídeo podéis ver el emocionante momento en el que Reece se reúne, por fin, con Michael.
Cuentan en Great Plains SPCA, la protectora, que pocos días después de llevarse a Reece a casa, el pobre Michael ha sufrido un accidente: un coche le embistió mientras iba en su moto. Está en el hospital pero su can está bien cuidado a la espera de que Michael salga de la clínica esta misma semana.