Esta vez ha sucedido en Antofagasta, Chile, pero esta atroz imagen también se ha visto en España hace no tanto. En esta ocasión la historia tiene final medio feliz: porque es, de nuevo, un salvaje caso de maltrato animal y porque, por desgracia, de los tres cachorrotes que fueron encontrados en un pozo de alquitrán, solamente han logrado salvar a uno.
Claudio Morales, el peluquero a quien llevaron dos de los tres cachorros que fueron encontrados cubiertos por completo de alquitrán (uno ya estaba muerto), pidió ayuda desesperadamente a través de sus redes sociales.
Necesitaba aceite vegetal y trapos para poder limpiar a los canes. Sus vecinos no lo dudaron, en cuanto escucharon el llamamiento acudieron a traerle litros de aceite.
Y así, poquito a poco y con ayuda de unos cuantos voluntarios, en poco más de dos horas Claudió consiguió sacarle todo el alquitrán a los perros.
Entonces pidieron un poco de jabón para seguir con la limpieza. No pararon hasta saber que los perros estaban respirando bien, que estaban casi limpios: envueltos en toallas calentitas se los llevaron corriendo al veterinario.
Uno de los cachorros había tragado demasiado alquitrán y no pudo superarlo,murió de madrugada en la clínica veterinaria.
El otro hermano, al que han llamado Lippi, es el único que ha logrado dejar atrás ese horror. Con los cuidados de Claudio y de otros voluntarios, empezó a andar, a comer, a tener ganas de jugar...
Él les devolvió un poco de esperanza y las ganas de sonreír.
Y lo que es aún mejor, Lippi ¡ya ha sido adoptado! Miradle lo guapo que está con su nueva y sonriente familia.
Lo ha contado Claudio Felipe en Facebook:
"Esta historia con un final tan inesperado pero feliz. Es una historia con un comienzo tan horrible y descubrir la maldad del ser humano...
Pero señores solo puedo decirles que los sin voz no están solos... El final de esta historia no podía terminar de mejor manera. Lippi y su nueva familia. Dios quiso darte una segunda oportunidad mi hermoso bebé... Aquí siempre tendrás un amigo y recuerda que tendrás peluquería gratis de por vida mi hermoso bebé..."
Para Lippi ya llegó la Navidad: tiene un hogar y una pequeña humana que seguro será su gran compañera de juegos y aventuras. Porque, de hecho, su adopción surgió porque Mía, que tiene cinco años, había pedido a sus padres adoptar a un perro...
Ahora solo falta saber si podrán encontrar y rescatar a su madre, porque a ella la vieron cerca del lugar donde algún desalmado trató de deshacerse de estos cachorros.
