Con cierta frecuencia, Lola ronronea de satisfacción y no es su única característica gatuna.
También es aficionada a siestear donde dé el sol y tiene una cierta alergia a la lluvia, lo de mojarse no va con Lola.
Es una Carlino (Pug) de tres años y medio que nació en Valencia y se vino a Madrid de cachorrita, a casa de Marta y Néstor.
Y desde entonces, tan feliz.
Lola es todo un personaje. Le fascinan las motos y es capaz de detectar los helicópteros que sobrevuelan Madrid antes que los humanos.
Cambia constantemente de expresión y parece mantener conversaciones con la mirada.
Es cariñosa y se lleva bien con todo el mundo, humanos, niños pequeños y con los perros que se va encontrando por el camino.
Lola sólo se inquieta cuando ve a un bebé en brazos de su madre, como si no entendiera el asunto ese de que los humanos transporten a otros humanos…
Y eso que ella practica con cierta frecuencia ese método de transporte: si el paseo es demasiado largo, Lola sabe que Marta o Néstor la llevarán a casa.