¡Qué iniciativa tan bonita y qué cantidad de buena gente! Más de 300 personas se han apuntado a pasar la tarde-noche del 4 de julio en una perrera, acompañando a los canes para que no lo pasaran mal con los estallidos y ruidos.
Y allí han estado, algunos leyendo a los perros, otros ofreciendo un concierto improvisado...
Esta es la tercera vez que en este centro de control animal de Arizona organizan algo así, un evento conocido como "Calming the Canines" por el que voluntarios de la zona se apuntan a echar una pata en aquellas fechas en las que se espera que los perros estén particularmente estresados por la pirotecnia -como fin de año o el 4 de julio en EEUU.
Emociona ver las imagenes que han compartido y ver a toda esa gente preocupándose por el bienestar de los canes.
La buena noticia es que además de poder pasar una jornada diferente, sin tener que estar asustados por los ruidos del exterior, algún que otro can, como el de la foto, no solo ha pasado un 4 de julio tranquilo sino que ¡ha encontrado una nueva familia!