Puede que muchos perros no vean tan mal lo del final del veroño: entonces ya se puede pasear por muchas más playas -todas esas en las permiten el acceso de los canes una vez terminada la temporada alta- se avecinan carreras y charcos y paseos felices sin calor. Sobre todo muuuucho barro para embadurnarse y ser extra felices de nuevo :-) PD: Es útil tener presente que cuando hay tormentas, lluvia o mucho viento esto puede afectar a los perros.
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Hay que ver cómo se lo pueden llegar a pasar correteando y salpicando barro por doquier.
Tía no hay día que no vuelva a casa con las patas y la barriga rebozada en barro, eso es así, es ver un charco y zas... allá que va.
Por eso mismo sé que no tendría problema para entrar a formar parte del selecto club de los "perros cocodrilo", un club sin duda fundado por varios Golden Retriever como el locuelo de Starsky :-)