Normalmente al hablar de perros y coches alertamos sobre los golpes de calor porque pese a todas las campañas de información y los avisos sigue habiendo quien no es consciente de que en pocos minutos un coche se puede convertir en una trampa mortal...pero hoy hablamos de otro problemilla asociado a dejar a un perro -en este caso una pareja de canes inquietos y aventureros- dentro de un coche.
Por lo visto una mujer mayor entro a comprar en un Walmart y dejó a sus dos pequeños canes en el coche, con el aire puesto. Es decir, el coche tenía las puertas cerradas pero estaba encendido. Y era de los automáticos, claro, que en EEUU es lo normal.
Total, que uno de los canes... empezó a conducir, despacito eso sí, pero logró llevar, ejem, estampar, el coche contra la tienda.Y eso no es todo, ese fue el momento que eligió el otro perro para ¡bajar la ventanilla!
Esto te lo cuentan y no te lo crees :-) A juzgar por lo que cuentan en el reportaje, eso mismo pensaron los testigos que presenciaron toda la escena, no daban crédito al ver a un perro al volante.
La breve aventura no tuvo consecuencias: ni los perros, ni el coche, ni la tienda han sufrido daños. La mujer pudo volver a casa conduciendo.
PD: Hablando de perros al volante, esta escena protagonizada por los Barkley es tan, tan buena... ¿A quién no le ha pasado algo parecido al lidiar con alguna maquinita infernal que, en teoría, reconoce palabras?
