Descubrí la campaña de Beatriz por lograr que en su pueblo el Ayuntamiento abra un albergue para los animales abandonados a través del blog de Melisa Tuya. Me puse en contacto con ella para que me contara algo más, para poder compartir su historia y darle un poquito más de visibilidad porque... merece la pena. Porque gente así, la que se involucra y lucha día a día para ayudar a los que nadie ayuda son los que hacen que las cosas cambien, que tanto nuestro mundo como el de los canes sea un poco mejor.
La Cañada, Ávila, es un municipio de 500 habitantes. Allí aparecen abandonados una media de 2 perros al mes, una cifra que quizá no llame la atención, que quizá sea una gota en el océano de lo que sucede de forma cotidiana en toda España, pero en La Cañada una persona optó por no mirar hacia otro lado...
Esta es su historia:
"Desde enero de 2010 empecé a observar como en mi pueblo, La Cañada, aparecían una cantidad considerable de perros abandonados a los que nadie parecía hacer ningún caso. Perros famélicos, algunos con caquexia, y por supuesto sin microchip. La mayoría de la gente me decía que lo dejara pasar y que mirara hacia otro lado, que perros abandonados ha habido siempre en los pueblos y que siempre los habrá, buscándose la vida. A mi esto me parecía "cavernario" y pensaba ¿acaso no son conscientes del dolor que siente un perro abandonado? No podía estar más en desacuerdo con ese sentir general de "dejarlo estar". Así que inicié la recogida de perros abandonados, porque , francamente, me sentía incapaz de "mirar hacia otro lado" como me sugerían.
Así empezó una tarea, voluntaria y personal, en donde mi casa se convirtió en un lugar para atender a los perros abandonados y donde permanecían hasta buscarles un adoptante adecuado ( siempre con contrato de adopción).
Beatriz empezó a reclamar al Ayuntamiento ayuda para atender a los perros abandonados. Ni caso, durante 5 años fue ella la que se ocupó de esos animales, los que aparecían "abandonados en las calles o en el campo, algunos metidos en sacos, aún vivos. Y llegando a ver lo que nunca deseo a nadie que vea, un perro ahorcado medio escondido en el pinar y otro descuartizado con cuerdas..."
Cinco largos años de pelea sin respuesta. Y también sin parar de reclamar, informando sobre cada perro abandonado, cada perro salvado...
Hasta que por fin el 19 de septiembre de 2014, el pleno, por unanimidad aprueba la creación de un albergue para perros abandonados.
Una cosa es tomar la decisión y otra que el proyecto sea una realidad, bien sabemos todos cómo son los políticos. Por eso, al ver que pese al gran paso logrado el asunto seguía estancado, Beatriz lanzó una campaña en su facebook.
Es su forma de presionar al Ayuntamiento, de dar visibilidad a lo que pasa en este pequeño pueblo y, sí, también de cargar las pilas y las fuerzas: "Gracias a esta campaña he renovado fuerzas y me siento mucho más fuerte y legitimada para reclamar la construcción del albergue. Porque también, me siento menos sola, me siento menos "david frente a goliat"... y eso, anima mucho."
¿Cómo podemos ayudar? Esto es lo que me ha contado:
Difundiendo cada caso de adopción de los que ella comparte en su facebook y en su web, para que más canes encuentren un nuevo hogar.
Compartiendo su historia y su batalla, para que no puedan ignorar su petición y no puedan ignorar a los perros abandonados.
Ha intentado crear una red de casas de acogida en la zona, pero ha sido imposible, ya que la mayoría o convive con otros animales o no tiene espacio o no se arriesgan ya que saben cuando el perro entra pero no cuando sale.
Hay nuevo gobierno local, como es lógico, por lo que Beatriz va a esperar a ver qué pasa en los próximos meses y en caso de que se ralentice de nuevo el tema del albergue iniciará una petición y recogida de firmas.
Entre tanto toda la visibilidad que le demos a su labor y a su lucha contribuirá a que el nuevo Ayuntamiento tenga en cuenta a los perros en la Cañada.
Y os animo, por supuesto, a que leais sus reflexiones y comentarios en facebook a lo largo de estos 40 días que dura ya su campaña.
"Muchos perros abandonados buscan, con la mirada, antes una caricia que alimento. Mi experiencia con perros abandonados me dice precisamente esto, anteponen ser tratados con dulzura antes que comer por mucha hambre que tengan, antes de descansar por mucho agotamiento que traigan. La totalidad de los “refugiados” que he tenido en mi casa en todos estos años se desmoronaban ante las caricias y se pegaban tanto a tu cuerpo, buscando ese consuelo, que te desarmaban por completo."
Más información en Facebook y en la web
