• Compartir
  • Whatsapp de SrPerro

Perros que adoptan humanos: la historia de Rubio, de Buenos Aires a Alemania

Perros que adoptan humanos: la historia de Rubio, de Buenos Aires a Alemania

Última actualización del articulo el día 19/10/2016

Olivia Sievers se ha dejado conquistar y de paso nos ha conquistado a todos con una maravillosa historia de amor perruno. El relato de cómo Rubio, el can de la foto, consiguió viajar desde Argentina a Alemania con Olivia es realmente bonito. Ella es una azafata de Lufthansa y viaja con frecuencia a Buenos Aires. Allí, hace unos meses, se topó con un perro callejero grandote y cariñoso, sí, el mismo que ahora se llama Rubio.

Olivia convive con dos canes así que no pudo evitar fijarse en el guapérrimo ser que deambulaba por las cercanías de su hotel, en Puerto Madero, allá por el mes de febrero.

Estuvo un rato jugando con el perro y le dio algo de comer. Luego intentó variar su ruta de vuelta al hotel para que el can no la siguiera pero... misión imposible, él lo tenía claro, había encontrado a una humana que merecía la pena.

Olivia siguió viajando de una punta del mundo a otra pero cada vez que regresaba a Buenos Aires, al mismo hotel de Puerto Madero, allí estaba el perro, esperándola.

Y así, durante seis meses. Cada vez que ella volvía se iba de paseo con su amigo canino y él se hizo un enorme hueco en su corazón.

Como explican en el vídeo, en un momento dado ella incluso buscó un hogar para Rubio, consiguió que fuera adoptado con la ayuda de una protectora local. Pero él ya había elegido a su familia: se escapó y volvió a esperar a Olivia en la puerta de su hotel.

¿Cómo resistirse? O mejor ¿por qué resistirse? :-) Olivia decididó adoptar a Rubio, y desde la prote que se estaba ocupando del can le echaron una pata.

Tras seis meses de espera fiel, Rubio está en casa, aunque haya tenido que viajar miles de kilómetros para ello. Ahora él está con Olivia en Alemania, conviviendo con otros dos perros y descubriendo otros mundos y disfrutándolo de lo lindo.

¿No es una historia realmente bonita? Ojalá todos los perros callejeros tuvieran tantísima suerte como Rubio. La merecen.