Nala se perdió en la montaña justo antes de Navidad: su familia pasó la peor Nochebuena de su vida porque una vez que oscureció ya no podían seguir buscándola. No podían disfrutar de esa noche festiva sabiendo que su perra podría estar congelándose de frío, sola y asustada.
A la mañana siguiente, el día de Navidad, su humano regresó a la zona donde se había perdido Nala para seguir buscándola. Y la escuchó ladrar...
Entonces, él se quedó sin cobertura y no respondía a las llamadas de su familia: ellos, temiéndose que hubiera sufrido algún accidente, muy asustados, alertaron a las autoridades.
Lo que sucedía es que él no quería alejarse de donde había visto a Nala pero tampoco podía llegar hasta ella porque estaba en una zona de muy complicado acceso.
Cuando por fin logró volver a tener cobertura, pudo hablar de nuevo con su familia y dar aviso a la oficina del Sheriff sobre su situación: así comenzó un rescate francamente espectacular, gracias a un dron y a los voluntarios rescatistas de Webber County, un equipo pudo acceder hasta el escarpado pico donde se había refugiado la jovenzuela perra.
Sin duda, un pequeño gran milagro para esta familia que pudo, por fin, celebrar la Navidad teniendo a Nala con ellos, sana y salva.
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