Los perros se comunican constantemente aunque a veces nosotros, los humanos, no seamos capaces de entenderlos. Iniciando una sesión de juegos o moviendo el rabo pueden demostrar su felicidad, pero no solo eso: justamente la cola de los canes puede darnos mucha más información sobre su estado de ánimo, sirve para compartir su alegría al vernos, sí, pero también para revelar cuando tienen miedo, están incómodos o se sienten amenazados, cuando algo o alguien les hace estar alerta...
Los cachorros no nacen moviendo la cola: tienden a comenzar a hacerlo, dependiendo de su raza, en torno a las tres o cuatro semanas de vida. Y, un dato aún más importante: resulta que los perros no suelen mover el rabo cuando están solos, algo que debería revelarnos que sus colas son pura comunicación.
Suele ser fácil saber cuándo un perro está contento mirándole el culo. Y lo bueno es que... ¡es contagioso!
The little Chihuahua at the end 😍 pic.twitter.com/DflTurdMYD
— The Dodo (@dodo) June 7, 2020
Hace ya unos años, varios estudios desvelaron que cuando un can tiene emociones positivas su cola se mueve ligeramente hacia la derecha y cuando tiene emociones negativas lo hace hacia la izquierda.
También es importante la altura: si está a la mitad significa que está relajado, si la mantiene en horizontal es que está alerta y si la sube significa que pretende resultar amenazante.
Además, otro estudio posterior llevado a cabo por el mismo equipo de científicos italianos mostró cómo los perros son capaces de entender e interpretar los movimientos de cola en sus congéneres.