Si los perros pudieran hablar como los humanos, porque comunicarse sin duda ya lo hacen, posiblemente nos dirían que para ellos el lujo no es una suite con una pantalla plana de TV si eso significa que tienen que pasar más tiempo solos. Probablemente nos explicarían que el lujo supremo es poder pasar todo el rato posible junto a sus humanos, siesteando aunque sea en el suelo.
Obviamente que mejor dormir sobre un colchón mullido o un sofa, en un lugar calentito, antes que en el frío suelo de un chenil que nadie ha limpiado en varios días pero muchas veces parece que algunos -sobre todo aquellos que tienen más dinero que tiempo- confunden la versión humana del lujo con la visión canina de un día perfecto.
Hace poco compartimos imágenes de la peculiar mansión rosa que Paris Hilton ha hecho construir para sus perros: una extravagante casa perruna con escaleras, lámaras colgantes de techo, sofás de cuero...pero al fin y al cabo, por muy aparente que sea, igual de solitaria que una casetilla de jardín.
Y hoy os traemos un reportaje sobre una singular residencia caninade Nueva York donde no escatiman gastos: han creado un entorno que se asemeja, en muchos detalles, a un hotel para humanos más que una residencia para canes.
Sus cheniles son, en teoría, como suites: los más espartanos cuestan 84$ la noche pero también hay habitaciones de hasta 200$ el día con cama de matrimonio, diversas amenidades extra, una gran televisión de plasma y más espacio del que muchos tenemos en casa.
La TV es "para tener entretenidos a los perros", explican: como si ellos fueran a estar encantados pasándose seis horas viendo la nueva temporada de Stranger Things :-)
Hay spa para los canes que lo contraten y los que tengan que hacer ejercicio extra pueden subir a la cinta de correr.
Eso sí, durante el día muchos perros se lo deben de pasar bomba porque aquí ofrecen un estupendo servicio de guardería diurna donde todos los canes -tras pasar un test de comportamiento- juegan y socializan y están perfectamente bien atendidos.
Aquí podéis ver cómo es el, en teoría, hotel para perros más lujoso de Nueva York: