Muchos canes agradecen tener un lugar en casa donde pueden estar tranquilos, donde nadie les molesta y donde pueden elegir refugiarse si hay demasiada gente alrededor o si es uno de esos días infernales en los que los humanos deciden divertirse tirando petardos y tracas. Ese tipo de "espacio perronal" por así decirlo puede resultar realmente útil, puede ser un gran chenil -un crate, como lo llaman los anglosajones- o puede ser la parte inferior de una mesa, convenientemente tapada y acondicionada, como nos muestran en este vídeo. Es decir, que un perro tenga un lugar seguro (su "espacio perronal", por así decirlo) es una excelente idea. Pero ese lugar no necesita tener dos plantas y un piano, no tiene porqué ser una mansión color de rosa o tener pequeños cuadros de perros en la pared... Eso ya son toques adicionales elección del humano, una antropomorfización en toda regla.
Esta empresa, por ejemplo, crea mansiones y palacios para perros pensados tanto para el exterior como para el interior.
Un (presunto) lujo solo apto para pocos bolsillos dado que los precios van desde unos 200 euros hasta unos 200.000 euros.
Y hay muchas otras alternativas igual de llamativas, como podréis ver en este reportaje de The Dodo. Desde los canes que tienen su propio Palacio de Barkingham a la súper cama - casa creada para dos bulldogs ingleses con suerte.
Si los perros pudieran hablar (o más bien, si los humanos pudiéramos entender lo que nos dicen sin palabras) quizá entenderíamos lo que es el verdadero lujo para ellos.
PD En otra liga está la mansión perruna rosa ideada por Paris Hilton: