Nada como la felicidad desbordante de un can para animarle el día y la semana a cualquiera. Es imposible no sonreír y contagiarse de esa energía cuando un perro muestra que está contento, con todo su cuerpo, sin filtro y sin medida.
Y lo de Oshie es directamente épico. Él claramente tiene debilidad por su humana, Nancy Alvarado, una Marine del ejército de EEUU que de vez en cuando debe pasar semanas o meses fuera de casa.
Cada vez que Oshie se reencuentra con ella se transforma en una bola de pelo feliz, todo su cuerpo emana alegría:
Los humanos de Oshie también compartieron hace tiempo la diferencia entre cómo reacciona Oshie a la llegada de uno y otro :-)
Podéis seguir las aventuras de Oshie en instagram:
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