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Los perros responden a los aullidos de otros perros pero también a los lobos y coyotes

Los perros responden a los aullidos de otros perros pero también a los lobos y coyotes

Última actualización del articulo el día 20/02/2024

Qué curioso e interesante este estudio sobre las reacciones a los aullidos y a las llamadas de perros, lobos y coyotes, parte del Canid Howl Project, un equipo de investigadores que rastrean animales en la naturaleza mediante detectores acústicos no invasivos.

Los investigadores pensaban que la actividad vocal de los animales tendría relación con el miedo pero han comprobado lo contrario, el comportamiento vocal de estas tres especies no parece estar impulsado por el miedo y sugiere la existencia de una compleja red de comunicación heteroespecífica.

Los coyotes respondieron a los lobos y no fueron silenciados por los perros. Y los lobos fueron inducidos a aullar a tasas superiores a las aleatorias mediante llamadas de coyotes y a tasas aleatorias con llamadas de perros.

Los resultados de los perros, en cambio, fue el esperado: son los más vocales al responder a los coyotes y lobos en su papel de guardianes o protectores de la propiedad humana.

La comunicación interespecífica entre depredadores no ha sido bien explorada, explican los autores del estudio, por eso han querido analizar la actividad acústica de tres cánidos estrechamente relacionados: los lobos, los coyotes y los perros.

Estas especies tienen un triángulo de riesgo desequilibrado: los coyotes están amenazados tanto por los lobos, depredadores supremos, como por los perros asociados con los humanos, mientras que los lobos temen a los perros, y los perros pueden temer a los lobos como depredadores supremos o desafiarlos como intrusos en la vida humana.

La teoría de partida era que la percepción de ese peligro o riesgo dictaría las respuestas vocales de cada especie.

Para comprobarlo desplegaron once dispositivos de monitoreo acústico pasivo durante 13 noches en y midieron las respuestas de cada especie a las vocalizaciones heteroespecíficas que ocurren naturalmente.

 

Contra lo que esperaban en función de la teoría de la ecología del miedo, no se produjo ese silenciamiento de coyotes o lobos.

 

Los coyotes no fueron silenciados por ninguna de las especies: cuando escuchaban a los lobos, respondían a tasas mayores que las aleatorias y cuando escuchaban a los perros, no producían menos llamadas que las tasas aleatorias.

Los lobos respondieron a tasas superiores al azar ante los coyotes y a tasas aleatorias cuando oyeron a los perros.

Sólo los perros siguieron nuestra predicción y respondieron con tasas superiores a las probabilidades tanto ante los coyotes como ante los lobos.
 


 

 

Así, en lugar de silenciar a sus competidores, las vocalizaciones de los cánidos provocan respuestas de ellos que sugieren la existencia de una compleja red de comunicación heteroespecífica.