Dan Baninno es un joven fotógrafo que vive en Turín. Hace un año, cuenta, adoptó a su perro Rothko y su vida cambió. Su historia y sus conversaciones silenciosas con él han sido la inspiración para una serie de retratos de perros de protectora que le recuerdan a sus escritores favoritos. La idea es continuar con este proyecto fotográfico tan original y lograr así difundir las historias de los muchos otros Rothkos que esperan a ser adoptados. Eso es Poetic Dogs: retratos y relatos de canes que buscan un nuevo hogar.
PD: La campaña de crowdfunding ya ha terminado, no logró alcanzar la meta (para publicar un libro, entre otras cosas) y pero sí recaudar bastante dinero que ha servido para ayudar a los canes de la protectora. Y, aún mejor, ¡14 han sido adoptados! :-)
Bannino ya ha publicado en su web y en sus redes sociales (instagram & facebook) las primeras fotos de la serie.
Lleva ya un año retratando a estos perros en diversas protectoras y narrando sus historias junto con sus fotos. Son historias que te parten el alma: perros que tuvieron un pasado terrible y cuyos dueños han muerto (como Wall Street), canes bondadosos que trabajaban con la policía y que al hacerse mayores han sido jubilados, como Aki...
Gustavo, por ejemplo, le recordó a William S. Burroughs porque cuando le conoció estaba muy delgado y no podía ni ladrar... le habían abandonado por ser "mal" cazador; le dejaron atado a un árbol, sin comida ni agua. Este perrusco se ha recuperado y ¡ya ha sido adoptado!
El objetivo es poder seguir con el proyecto, retratando a muchos otros perros e incluso editando un libro con sus imágenes e historias, para animar a más gente a adoptar, para difundir la realidad de las protectoras.
Ha creado una página enindiegogo para que todos podamos colaborar.
Este es Rothko dando las gracias a las primeras personas que han colaborado en indiegogo donandodinero para Poetic Dogs.
A mí me encanta la idea de Poetic Dogs. Además de por su calidad y originalidad porque a través de estas fotos Bannino nos permite entender cómo muchos perros acaban en una protectora.
Porque son historias que merece la pena contar y compartir para que más gente entienda la realidad de las perreras y protectoras en todo el mundo.
Valentino, por ejemplo, es un Chihuahua al que compraron en una tienda. Uno de esos perros que tienen la mala fortuna de ser visto como un juguete: su dueño quiso devolverlo cuando descubrió el trabajo que puede dar un cachorro.
Ahora Valentino está en una protectora esperando un nuevo hogar... Bannino cuenta su historia junto a la foto de Baudelaire.
No he podido resistirme a colaborar, aunque fuera mínimamente, con este bello proyecto. Y Rothko ya nos ha dado las gracias, ¡poniéndose una pajarita roja y guiñándonos el ojo!
