Los perros domésticos suelen tener ojos notablemente más oscuros que sus ancestros, los lobos. Aunque esta diferencia pueda parecer sutil, podría estar relacionada con la domesticación, con una selección consciente o inconsciente por parte de los humanos.
Para comprender si realmente existe esta preferencia y cómo podría haber influido en la evolución del perro, un equipo liderado por la investigadora japonesa Arisa Konno, de la Universidad de Tokio, realizó un estudio experimental publicado en The Royal Society.
El equipo quería verificar dos hipótesis principales: primero, confirmar que el iris de los perros es efectivamente más oscuro que el de los lobos; y segundo, explorar si un iris oscuro podría hacer que un perro fuera percibido como más amistoso y menos amenazante por las personas.
Para confirmar la primera hipótesis, analizaron imágenes detalladas de los ojos de 22 lobos y 81 perros pertenecientes a 35 razas distintas. Utilizaron técnicas que cuantifican las diferencias de color y luminosidad entre iris y pupila.
Posteriormente, para evaluar la percepción humana, realizaron dos experimentos en los que participaron voluntarios japoneses: uno presencial con 76 personas y otro en formato digital con 66 personas más, que debían evaluar fotografías modificadas de perros con iris oscuro o claro.
Los análisis mostraron que efectivamente y obviamente, los perros domésticos tienen iris significativamente más oscuros y rojizos que los lobos.
En cuanto a la percepción humana, los participantes asociaron consistentemente los ojos oscuros con rasgos de mayor "amistad" y "menor madurez"en comparación con perros cuyos iris eran más claros.
Este efecto fue muy marcado, mostrando claramente que un iris oscuro reduce la sensación de amenaza y aumenta la percepción positiva del animal.
Es útil destacar que aunque la preferencia por interactuar o adoptar un perro no dependía directamente del color del iris, sí estaba influenciada por la percepción general de "amistad" que los ojos oscuros generaban en las personas.
Eso sí, un inciso poco académico, como podréis observar, algunas de las modificaciones que hicieron de los ojos dan bastante miedo... Normal que la mayoría eligieran a los perros de ojos oscuros, entre los de ojos claros hay alguno que otro que parece salido de la imaginación de Stephen King.
Los investigadores sugieren que los ojos oscuros podrían ocultar señales sutiles, como los cambios de tamaño pupilar relacionados con emociones negativas o amenazantes, ofreciendo una apariencia más amigable e infantil que podría haber sido seleccionada durante el proceso evolutivo de domesticación. Esta selección habría beneficiado a los perros al hacer más fácil su integración en comunidades humanas.
El estudio de Konno y colaboradores es pionero en mostrar empíricamente que los humanos podrían haber seleccionado indirectamente ojos más oscuros en perros por su aspecto amigable y juvenil. Aunque estos resultados son contundentes, los autores advierten que es necesario replicarlos en contextos culturales distintos y con muestras más amplias.
Este hallazgo no solo aporta información sobre cómo los humanos han influido en las características físicas de los perros, dicen los responsables del estudio, sino que también abre nuevas preguntas sobre cómo otros rasgos visuales podrían haber evolucionado bajo la influencia humana, con posibles aplicaciones prácticas en la gestión de adopciones y bienestar animal.
Habría que plantear otro estudio más amplio en el que las imágenes de los perros fueran reales, eligiendo a canes que tienen los ojos naturalmente oscuros y a otros que tienen los ojos claros, como los Husky y algunos Border Collie Merlé.
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