
Adam Cooke, un hombre de 37 años que no tenía ningún problema de salud, repentinamente sufrió un paro cardíaco en plena noche. De no haber sido por su perra, una Golden Retriever llamada Polly, seguramente habría muerto.
Polly se puso a ladrar y así despertó a Hannah, la pareja de Adam, quien inmediatamente llamó a emergencias y, con su ayuda, logró iniciar la reanimación mientras esperaba la llegada de la ambulancia.
Gracias a esa intervención tan rápida, esta historia ha tenido final feliz. Según explican, la ambulancia llegó en pocos minutos y los paramédicos continuaron con la RCP y utilizaron un desfibrilador para aplicar una descarga eléctrica al corazón de Adam y restablecer su ritmo cardíaco.
Adam permaneció hospitalizado varias semanas para someterse a pruebas y le colocaron un desfibrilador cardioversor implantable y un marcapasos.
Adam se ha recuperado por completo y ahora tanto Hannah como Polly han recibido un premio muy especial (y muy, muy merecido) por parte de la British Heart Foundation.
"Tenemos muchísima suerte de tener una perra tan especial como Polly", dice Hannah. Adam añade: "Podría haber terminado en una historia diferente. Estoy muy agradecido por Polly y Hannah".
PD: En la web de la British Heart Foundation ofrecen consejos prácticos para saber cómo hacer correctamente la RCP.
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