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Las inspiraciones caninas en la fotografía de Leila Amat

Las inspiraciones caninas en la fotografía de Leila Amat

Última actualización del articulo el día 19/10/2016

El universo de Leila Amat, fotógrafa autodidacta, es un universo perruno: sus composiciones y creaciones, fotos que son como sueños o visiones, fotos con historia, que parecen literatura congelada en el instante, tienen siempre a dos espectadoras que, a veces, se convierten también en protagonistas de la imagen, Milka y Menta. Hemos charlado con Leila de fotografía y canes, sus dos pasiones, y de sus musas caninas, dos SrasPerras con suerte (y mucha imaginación para las trastadas).

- No eres fotógrafa perruna pero tus perras aparecen en muchas de tus fotos... ¿te inspiran a la hora de pensar en nuevas composiciones?

Milka y Menta me inspiran vida, ternura, amor, no sólo me inspiran nuevas ideas en fotografía, también son puro aliento para generar nuevos mundos cuando estoy triste. Compongo fotos con ellas, sí, pero aunque la foto no tenga nada que ver con ellas, son una fuerza que siempre está ahí para generar todo tipo de fotografías, ¿puedes tener musas perrunas? ¿Puede un perro desencadenar un arrebato creativo? ¡Pues claro que sí!

- ¿Están siempre contigo cuando trabajas?

Siempre. Hay muy pocas fotos en las que no estén por detrás correteando como los locos. Como normalmente fotografío en la naturaleza, sería un pecado no llevármelas a disfrutar del aire libre. Se lo pasan tan bien, son tan felices, que haces la foto siempre sonriendo y gritando: "¡Menta no comas eso! ¡Milkaaaa! ¡Que no ladres! ¡Guille! ¡Que las perras se están rebozando en algo! ¡Guille! ¡Mira a ver qué tiene Menta en la bocaaa!"


Están siempre conmigo cuando trabajo y están siempre en mis fotos, aunque no aparezcan. Las tengo muy presentes cada vez que miro una foto. Por ejemplo, en esta foto no hay rastro de ellas:

Pero cada vez que veo esta foto, las imagino, desesperadas, en la orilla de la playa, desgarrando el bañador de Guille, arañándolo, haciéndole moratones. Y es que creían que me estaba ahogando, de verdad pensaban que yo estaba en peligro. Me las estoy imaginando: "¡¡¡¡Papáaaa!!! ¡Sálvalaaaa! ¡Por favor! ¡¿No ves que está ahogándose en esas aguas vivas?! ¡Papáaaaa! ¡Dios mío! ¡Está flotando! ¡Está muerta! ¡Por Dios que alguien la ayudeeee!" Y así estuvieron toda la sesión, ladrando al agua, intentando meterse hasta donde yo estaba y destrozándole las piernas a Guille.


- ¿Hay algún fotógrafo canino que te guste en particular?

Creo que en este terreno Santos Román es un gran profesional, así como la fotógrafa Ana González, que también, como yo, sale con sus perritos en sus sesiones. La idea de Sebastian Magnani de buscar y crear similitudes entre dueños y perros no tiene desperdicio. También son muy conocidas las sesiones bajo el agua a perros de Seth Casteel, es de lo más divertido que he visto en fotografía canina... tampoco podría olvidarme del granElliott Erwitt, es uno de los grandes en captar el mundo perruno, tiene un humor increíble.

Por último, no dejando de admirar las fotografías de Amparo Garrido, me conmovió profundamente que utilizara la fotografía como único medio para luchar contra su fobia a los perros. Y vaya si lo consiguió. Su serie  "Sobre perros, la mirada y el deseo" es una auténtica maravilla.

- Tus perras, ¿son buenas modelos?

Menta es regulera, siempre intenta escabullirse, pero Milka es genial. Se sienta, te mira, se queda de pie, saca la lengua, te enseña la tripita. Es quizá la más condescendiente cuando la pongo quieta delante de la cámara, sin entender muy bien de qué va el tema o por qué la necesito un par de minutos quietecita. A  veces se debe de pensar que soy medio idiota, "Mamá quiere que me ponga aquí, me parece estupendo. Lo que no comprendo muy bien es la cantidad de gilipolleces que está haciendo ahora mismo con la boca y las manos, la voy a mirar con atención, a ver si lo descubro. Lo mismo me cae una chuche al final".


- ¿Te gustaría retratar a más perros o sólo a las tuyas?

Vivo en Malasaña y aprendí a manejar la reflex en modo manual fotografiando a todos los perros del dos de mayo o de la Plaza de Comendadoras, son todos amiguetes de Milka y Menta... bueno, sólo de Menta, Milka tiene pocos amigos, que es muy guerrera. Ahí están Blacky, Annie, Bordón (creo que a Menta le gusta este último, se pone muy roja cada vez que lo ve), Bolt, Betina, Mintxa, Oli, Noel, Niko, Truco, Baltasar, Penélope...


- Cuéntanos algo sobre ellas: desde cuándo están contigo y cómo llegaron a tu vida?

Milka fue la primera, en noviembre cumple tres años. Yo atravesaba una grave depresión y, una noche de Reyes, le dije a mi hermana Mónica, que vivía conmigo: "Ay, me encantaría tener un perrito en Madrid, me haría tanta compañía...". Por aquel entonces teníamos a Luna (que en paz descanse), pero vivía con mi madre en Sevilla. Pues será el karma, pero aquella tarde mi hermana apareció con una pelotita de medio kilo en casa, más mala que el dolor, la había encontrado en la Plaza del Duque en Sevilla. Todavía me emociona pensar en aquella petarda que no se estaba quieta. Mi hermana ve muy poquito, está en la ONCE y tuvimos que ponerle a la perra un cascabel para que ella supiera todo el tiempo donde estaba, era muy fácil pisarla sin querer. Milka fue un ser clave durante mi depresión, que me tuvo muy enfermita durante casi 4 años. La recuerdo en mis días más tristes y apagados, enrroscada en mi almohada, siempre fiel e inseparable. Mi padre siempre dice que era una pequeña luz en medio de tanta oscuridad. Tal vez, de las dos, es la más inteligente y empática... pero también la más macarra y cascarrabias, muy gallito y "envalentoná".


Menta tiene 1 año y 8 meses. Cuando vi por primera vez su camada en fotos, llamé y le pregunté a la señora que los tenía en acogida, "¿Qué tal son?" Y me respondió: "Son tiernos, muy tiernos". Quiero profundizar bien en esta palabra, porque no es gratuita: ternura. Menta no sólo inspira ese profundo cariño en sus actos, también físicamente destila ternura. Por la calle siempre nos paran para acariciarla. Es tremendamente dulce. La adoptamos con parvovirosis. Pertenece a ese 20% de campeones que consigue sobrevivir a esa enfermedad. Cuando la llevamos a casa, mi suegro dijo: "Esta perra no está bien", pero yo lo achaqué a que estaba cansada. Pero no quería comer, no quería beber, se dejaba los intestinos en la alfombra. Seis días después estaba ingresada. Lo cierto es que siempre ha tenido una salud muy débil, de las dos, es probablemente la más protegida.


- ¿Tienes alguna foto favorita en la que aparezcan Menta y Milka? ¿Por qué te gusta?

Indudablemente, esta:

No sólo es una de mis fotos favoritas con ellas, es una de mis fotos favoritas en general. Ese día estaban radiantes (para mí una foto no sólo es una imagen, sino las circunstancias en las que se hizo), corrían con todo el entusiasmo y la euforia del mundo por el campo. Normalmente no puedo evitar que se cuelen en casi todas mis fotos y tenemos que volver a repetir las tomas, pero es que aquí quedaron geniales. En realidad, esta es una foto de making-off convertida en principal, la composición en diagonal me encanta. Y quizá esa diagonal se desprende, como un hilo, de la mirada de las perritas: ellas, su mami (que a saber por qué está haciendo el cabra) y el buitre. Cualquier foto en la que aparezca un pájaro para mí es un símbolo de libertad.

Ese mismo día volvimos con ellas en coche, en nuestros brazos, dormidas como bebés.

- Hay alguna foto en concreto que tengas en mente -con ellas, claro- y aún no hayas podido hacer?

Sí, tengo una foto en mente que se remonta a cuando Milka era cachorra. Le gustaba mucho meterse en la ducha conmigo, chapotear en el agua calentita. Me daba con la patita en la mampara y al final se la abría para que entrara. Una vez entró, la cogí en brazos, la achuché contra mi regazo, sentada en el plato de la ducha y empecé a echarle agua calentita con la esponja. Pues no sé si le recordó a cuando estaba en la placenta de su madre o qué sucedió, pero hizo un gesto que me conmovió hasta lo más profundo: se fue a uno de mis pechos y empezó a succionar, como si buscara leche materna. Es un momento muy especial de mi vida que tengo muy marcado y quiero hacer una foto amamantando a mi perra, ¿cómo lo haré? ¿Me pongo miel en los pezones? ¿Higadillo de pollo? ¿Yogur? ¿Sardinas? Algo se me ocurrirá.

- Qué es para ti una buena foto de un perro?

Aquella en la que te gustaría tener a ese perro por delante, abrazarlo y llenarlo de besitos. La foto tiene que destilar la personalidad del propio perrito, se le tiene que transparentar el alma.

- ¿Qué consejos darías a quien quiera retratar a sus perros de forma original?

Para empezar, echarle muchas horas, porque no es fácil fotografiar a un perro. Hay que partir de la base de que no son conscientes de la imagen que proyectan, por lo que no van a entender un posado ni le verán ningún sentido: intentarán zafarse, mirarán para otro lado y todos los premios del mundo y las mil tonterías que tú hagas detrás de la cámara para que miren no siempre serán suficientes. Eso si queremos que miren a la cámara y se estén quietecitos. Otra cosa es pillarlos al natural, en su salsa e integrarlos en tu mundo, es una auténtica gozada. Si a todo esto le juntamos un poco de sensibilidad e imaginación, salen fotos muy divertidas. Debemos aprovechar la enorme paciencia que tienen para soportar las pequeñas trastadas que les hagamos: cogerlos en volandas, ponerles gorritos y bufandas, florecitas en la cabeza, ponerles en el rabito un lacito, ponerles una diadema con cuernos de reno de peluche, hacerles coletas a los que tienen el pelo largo, plantarles besitos con barra de labios, ponerles gafas... ¡pero que no pase de ahí!

¿Foto de posado?

¿Foto de posado al natural?

¿Foto de perra que se ha colado by the face en la foto?

- ¿Qué es lo mejor de compartir tu vida con dos perras?

Hay muchísimas razones, muchísimas. Pero la mejor es quizá que estos peludos tienen más valores que muchas personas de las que nos rodeamos. Con ellas he vivido en su plenitud sentimientos como la alegría, el amor incondicional, el cariño, la constancia, el optimismo, la esperanza y la lealtad. Tampoco quiero dejar de destacar esa fuerza arrolladora que tienen para aferrarse a la vida y su capacidad para amar hasta el final. Son seres superiores.

¿Dónde seguir mis fotos y mis aventuras?

Mi página de FB: www.facebook.com/leila.amat.ortega

Y mi blog, donde explico las circunstancias que hay detrás de una de mis fotos y donde salen mis perritas cada dos por tres, ¡no apto para canofóbicos!:

http://produccionesleilaamat.wordpress.com/