Ahora que en muchos paseos -por zonas donde haya encinas o robles- el suelo puede estar tapizado por bellotas, conviene saber que estas pueden ser peligrosas si a vuestros perros les da por comérselas.
No es habitual pero sucede: además de la intoxicación por comer bellotas (tendrían que comer una cantidad considerable para que llegara a ser verdaderamente peligrosa) lo que parece ser un problema más frecuente es que pueden causar obstrucción intestinal.
Así que, para evitarlo, además de estar pendientes un consejo previo básico: es muy mala idea jugar a tirarle bellotas a un perro para que las atrape.
La advertencia sobre los serios problemas causados por la ingesta de bellotas viene de unos veterinarios en el Reino Unido: han tenido que operar a varios perretes por esta misma causa.
Uno de ellos el cachorrote cuya foto podéis ver al comienzo de este texto, Merlin, que ya está perfectamente. Piensan que quizá se deba a que este año hay muchas más bellotas que en años anteriores y que, además, son más grandes.
Buscando información al respecto hemos encontrado otros casos documentados sobre el peligro de las bellotas para los perros, también en España.
¿Cuáles son los síntomas que deben preocuparnos? Vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida de apetito... Ante la duda, dado que estos mismos síntomas pueden deberse a muchas otras causas, lo mejor será, siempre, consultar con nuestro veterinario.
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