
Casi el 80 % de los perros y gatos experimentan miedo y estrés por los fuegos artificiales, en más de un tercio de los casos, el miedo se prolonga mucho más allá del estruendo: son datos de un estudio de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Utrecht en 2024.
Es un problema cada vez más visible aunque, en España, en paralelo a la creciente concienciación, es evidente que demasiados ayuntamientos siguen optando por ignorarlo o, peor aún, por fomentar nuevos estruendos.
La novedad positiva es que desde la Comisión Europea reconocen, por primera vez, la importancia de integrar explícitamente el bienestar animal dentro de las normativas de pirotecnia.
La Comisión Europea acaba de revisar su Directiva sobre Pirotecnia (2013/29/UE), que establece las normas de seguridad para fuegos artificiales y otros dispositivos explosivos en toda la UE.
Los resultados, explican desde Eurogroup for Animals, en cuya web podéis descargar el informe completo, muestran tanto avances como nuevas preocupaciones:
El bienestar animal se está consolidando como una preocupación política reconocida, con crecientes demandas de fuegos artificiales más silenciosos y ecológicos, o incluso su prohibición total. En el informe de la Comisión se acepta, incluso, uque la pirotecnia causa muertes de animales, incluidos perros, por estrés.
De hecho, el informe destaca que diversas ONG y autoridades nacionales han propuesto que el bienestar animal sea reconocido como motivo legal para restringir o prohibir fuegos artificiales, junto con la seguridad pública y la protección ambiental. Pero, hasta la fecha, según destacan, ningún país ha incorporado esta cuestión en sus legislaciones nacionales de pirotecnia.
¿Cuál es la situación actual, según el informe de la Comisión Europea?
Aunque ha mejorado la seguridad en toda la UE, las normativas siguen sin conseguir prevenir el uso indebido de fuegos artificiales.
El informe identifica varios problemas estructurales sobre los que hace recomendaciones que... tardarán en ser una realidad pero, al menos, van por el buen camino:
Accesibilidad excesiva de materiales peligrosos: algunos artículos con un alto contenido explosivo están disponibles para el público sin suficiente control.
Comercio electrónico desregulado: la venta online y el envío por correo permiten eludir las restricciones nacionales, complicando la supervisión y el control de edad.
Trazabilidad insuficiente: a diferencia de los explosivos civiles, los fuegos artificiales no tienen sistemas de identificación individual, lo que dificulta rastrear su origen.
Impactos ambientales y en el bienestar animal: efectivamente, aceptan que la normativa de la UE no cubre adecuadamente la contaminación ni el sufrimiento de los animales. Se recomienda incluir estos aspectos en futuras revisiones, dado el creciente consenso social y científico sobre su relevancia.
Lo cierto es que en multitud de países de la UE y de Europa hay llamamientos a las autoridades para que se reduzca considerablemente el uso de la pirotecnia. Ahora mismo en el Reino Unido hay una campaña oficial, dirigida al Parlamento, que ha reunido casi 100.000 firmas: el objetivo es, al menos propiciar un debate y evaluar cambios para reducir los estruendos.
Te puede interesar