Esta misma semana compartíamos una historia radicalmente diferente: la de un perrete que tras años esperando, tras años en un chenil por fin fue adoptado. La nueva familia de Goku lo hizo sabiendo bien lo que hacía, con responsabilidad, entendiendo que el proceso de adaptación no sería necesariamente sencillo: sabían que tenían que tener paciencia, dedicándole tiempo y dándole espacio...
El caso de Kody es la otra cara de la moneda: una historia que no es infrecuente, por desgracia. La suya ha sido una adopción express, una de esas adopciones hechas sin realmente sopesar la importancia de esa decisión.
El mensaje que realmente debería calar no es "adopta, no compres" sino adopta con responsabilidad.No tienes por qué tener perro, pero si eliges compartir tu vida con un peludo, hazlo tras reflexionar bien. Porque de lo contrario quien sufre es el propio perro y también las voluntarias de las protectoras que afrontan su regreso.
"Cuatro días. Eso es lo que duró el “para siempre” de Kody", dicen desoladas desde ACUNR.
"Llegó al albergue hace poco y, por suerte, enseguida hubo interés por él. El domingo 21 se fue adoptado.
Los primeros días todo parecía ir bien: buena adaptación, mensajes positivos, ilusión. Kody empezaba a confiar, a dormir calentito, a sentirse en casa.
Pero el miércoles 24 por la mañana recibimos una excusa absurda. Nos avisó de que lo devolvería la mañana de Navidad."
"Mientras tanto, quien paga las consecuencias es Kody. Un perro que ya había probado lo que es un hogar, una cama, una familia… y que de repente vuelve a los barrotes, al frío y a la confusión.
Está triste, desubicado, sin entender qué ha hecho mal.
Adoptar no es un capricho. No es “probar”. No es devolver cuando incomoda. Es una responsabilidad enorme, y cuando no se toma en serio, quien sufre siempre es el más inocente. Kody no merece esto.
Merece una familia de verdad. Una que no falle, que no ponga excusas, que lo elija para siempre. Ojalá esta sea la última vez que tenga que volver atrás. 🖤"
Kody espera ahora a una buena familia de verdad, como los demás perretes a cargo de ACUNR.
Además de a través de las adopciones, hay muchas otras formas de colaborar con esta protectora.
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