Tracey Buyce fue quien logró la primera parte de este milagro. Esta fotógrafa dona su tiempo a Candi International, una organización que se ocupa de rescatar y ayudar a perros y gatos abandonados en México. En las afueras de Cancún se toparon con esta perra en el patio trasero de una casa. Aunque parezca increíble, Luna era una perra callejera sino que pertenecía a una presunta "humana".
Buyce cuenta que los voluntarios de Candi con los que estaba trataron de convencer a la dueña de la perra para que les dejara llevársela. No quiso... pero entonces Buyce lo intentó y la dueña, por fin accedió.
La fotógrafa se llevó a Luna, pudieron darle de comer, cuidarla... En el veterinario -también parte de Candi international-, descubrieron que tenía un cancer tratable y que estaba severamente desnutrida, algo evidente.
Logró que Luna pudiera ser tratada en México, quimioterapia y cariño en casa de las personas que la acogieron mientras duró el tratamiento. Luna se recuperó a la velocidad del rayo.
Y entonces comenzó el segundo milagro.
Sí, Tracey Buyce también se ocupó de encontrar un nuevo hogar para esta perra con tantísima suerte. Y ahora Luna está así, así de feliz y de sana, junto a su nueva familia.
Si te planteas compartir tu vida con un can, piénsatelo mucho, es una responsabilidad a la vez que una gran alegría. Y, sin duda, adopta.
