Los perros de caza, los canes más maltratados y abandonados en nuestro país, han vuelto al Congreso. Su bienestar, su protección y sus derechos son el gran escollo de la Ley de Bienestar Animal, actualmente paralizada tras varios amagos de acuerdo entre Unidas Podemos y el PSOE.
Si hace unos meses se supo que los perros de caza eran la causa del retraso en la tramitación de esta normativa, ahora por ellos ha vuelto a quedar bloqueada: el PSOE sigue insistiendo en dejar fuera de esta normativa a estos canes (algo que haría que en España hubiera perros de primera y perros de segunda categoría en lo relativo a su bienestar y derechos) y Unidas Podemos no lo admite.
Este lunes el PSOE volvió a presentar una nueva enmienda transaccional, esta vez con el apoyo explícito de PP y PNV, prácticamente igual a la que ya presentara el pasado 8 de septiembre.
El objetivo del PSOE sigue siendo el mismo, que la Ley de Bienestar Animal excluya a ciertos perros, a los de trabajo y caza. Su argumento es que estos últimos ya están protegidos por la Estrategia Nacional de Gestión Cinegética -algo que, claramente, no es cierto.
Desde Unidas Podemos y desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 se habían negado tajantemente a dejar sin protección a los perros de caza.
Para intentar desbloquear la cuestión, lanzaron una propuesta que corría el riesgo de no contentar a nadie pero que quizá hubiera permitido aprobar la ley: lo que proponían era que los perros de caza quedaran fuera de la protección de la ley solamente mientras participaban en la actividad cinegética.
Pese a que Podemos se había inspirado en la Ley de Protección Animal de Castilla La Mancha, una ley impulsada por el PSOE, su propuesta no ha sido aceptada.
La Ministra Belarra, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha insistido en que prosiguen las negociaciones:
“Nadie entendería que una ley que proviene del Gobierno y que tenía acuerdo en el seno del Gobierno pueda caer en el Parlamento. Creo también que nadie entendería que dejaramos destrotegidos a los perros de caza cuando cuando el objetivo de la Ley es que todos los animales quedaran protegidos frente al abandono, frente al maltrato. Confío en que logremos un acuerdo, que podamos proteger a todos los animales, que creo que era el objetivo compartido de este Gobierno cuando la Ley vio la luz”.
Y así era, proseguían, pero el PSOE se ha vuelto a echar a atrás tras un nuevo amago de acuerdo, tras llegar a firmar incluso un texto que daba luz verde a la tramitación de la Ley acordando que todos los perros se regularían y "quedarían protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondiente y que les sea de aplicación”, punto que desde la perspectiva de Unidas Podemos -explican en elDiario.es- hacía que los perros de caza quedaran protegidos dado que las leyes autonómicas no pueden imponer estándares más bajos que los del marco estatal.
El PSOE, firmemente instalado en el lado de los cazadores, ha decidido seguir apostando por su enmienda de la vergüenza, por la que dejaría totalmente fuera de la protección de la ley a los perros de caza.
Lógicamente, la posibilidad de que la Ley quede permanentemente bloqueada -algo que, por ejemplo, ha sucedido en Andalucía, su Ley de Bienestar Animal lleva desde 2021 en un cajón- preocupa y mucho. Igual que preocupa considerablemente que finalmente Unidas Podemos ceda y permita que la ley ofrezca menos protección a algunos perros que a otros.
PD La imagen que encabeza el texto es una viñeta de Paco Catalán.
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