Michael A. Cicconetti se ha retirado recientemente pero su carrera en la judicatura será recordada por muchos durante años. El juez Cicconetti es conocido por sus imaginativas condenas: para él cada caso es personal y trata de imponer un castigo legal pero diferente al esperado, también cuando por su juzgado han pasado personas acusadas de maltrato animal.
¿Un ejemplo? Una mujer que había abandonado a 35 gatos en un bosque fue condenada a pasar una noche en el bosque...
Otro ejemplo animal: un hombre que había disparado a un perro fue condenado a donar comida para perros, cada año, a la protectora local.
Aquí podéis conocer algo más sobre su peculiar historia y forma de impartir la justicia:
Además de juez, Michael Cicconetti es humano perruno y los crímenes contra los animales le resultan particularmente dolorosos. Por eso a una mujer que se había declarado culpable de maltrato animal y negligencia -por abandonar a un perro en una casa repleta de basura y porquería- Cicconetti le dio dos opciones, ir a la cárcel varios meses o pasar ocho horas en un vertedero,para entender cómo se había sentido el pobre perro al que ella abandonó.
En vez de enviar a los condenados a la cárcel, en el juzgado de Cicconetti, donde solo se enfrentan con personas acusadas de infracciones menores, los castigos son más directos, más imaginativos: sus críticos dicen que lo hace para llamar la atención pero él insiste en que así ayuda tanto a la comunidad como a los propios condenados. Él está convencido que este tipo de justicia es más efectivo.
Evidentemente, este juez ha hecho historia y parece que la "justicia creativa" que él impartía sigue vigente en otros juzgados de EEUU.
Vía Bored Panda.