Si normalmente hay que tener paciencia al adoptar a un perro, a veces mucha pero que mucha paciencia, cuando ese can ha sufrido un trauma severo, entonces el proceso se puede complicar hasta el infinito. En el caso de Felon, a quien veis todo guapo con sus pijamas para combatir el frío, su rehabilitación ha sido muy lenta y muy complicada.
Ahora pueden decir que Felon es un perro que vive feliz, que disfruta de la vida, un can que demuestra que es posible rehabilitar a perros que han pasado por el horror.
Su nueva vida ha sido posible gracias a dosis infinitas de cariño, de saber hacer y de paciencia por parte primero de su casa de acogida y después, de su actual familia. Y, sobre todo, gracias a su hermana perruna, Envy.. El can solamente empezó a dejar atrás sus recelos y sus miedos cuando pudo compartir su día a día con otro perro.
Lo explica GinaMarie en este vídeo de The Dodo:
Escuché las estadísticas sobre perros negros, sobre orejas recortadas, sobre los perros a punto de ser sacrificados... y me dije: ¡yo quiero adoptar a un perro así! Y, con una pequeña risa, explica que fue todo un reto... Pasó meses gruñendo, si ella se acercaba demasiado él atacaba. Hasta que dieron con otra clave para seguir ayudando a Felon: Envy fue la encargada de enseñarle todo lo que los humanos no podían enseñarle.
La historia de Felon, como la de otros perros que han tenido la fortuna de dejar atrás una vida cruel y salvaje, es una historia de esperanza que refleja cómo ha cambiado la protección animal (al menos en EEUU). Antes se pensaba que estos canes tenían que ser sacrificados, que era imposible rehabilitarlos...
