Los canes, en teoría, no pueden entrar en las tiendas de vino porque son tiendas de alimentación. Sí, ya, no tiene mucho sentido pero así es la norma.
Aún así, en mi barrio hay alguna bodega preciosa que además de vino tiene galletas para perro: el dueño es un loco de los canes y se dedica a repartir chuches entre los perros de sus clientes. Colega, evidentemente, le adora. A él, como a casi todos, se le conquista por el estómago.
Y en una de nuestras visitas me topé con esto en una de las estantería. ¿Cómo no se te va a ir la vista hacia una etiqueta tan genial? El Perro Verde.
El ilustrador de ese veloz can es Miguelanxo Prado, autor de la también recomendable y muy premiada novela gráfica “Trazo de Tiza”.
Pero volvamos al vino, es un verdejo blanco sin crianza de las bodegas Angel Lorenzo Cachazo, ligero, suave y fresco. De esos que te bebes casi sin darte cuenta. O, en el lenguaje de los profesionales "Color amarillo pajizo pálido. En nariz expresa toda la gama aromática del verdejo: heno, fruta madura, anís.En boca es glicérico y con una buena estructura, con final elegante y amargante propio de la variedad." Pues eso, ligero, suave y fresco.
Si preferís un buen tinto también hay opción 'canina' más que excelente, de La Tierra de Cádiz: Samaruco, de la bodega Luiz Pérez.
El Jack Russell de la etiqueta es precioso, ¿no os parece? Y el vino está muy, muy bueno. Hemos visitado la bodega cuyas instalaciones son una verdadera maravilla, aquí podéis descubrir más sobre Bodegas Luis Pérez y sus tintos perrunos.
Otro vino que llamará la atención de los perrófilos si lo ven en alguna tienda es Cuatro Pasos, un tinto de El Bierzo que presume de animal con esta maravillosa etiqueta.
De hecho, nada tiene que ver con los canes porque las patas que aparecen no son de perro sino de oso, son las que se encontraron una mañana en un viñedo de cepas centenerias de la parte alta del Bierzo y que ya forman parte de la historia de este vino.
Aún así, el lado animal es evidente y, además, Cuatro Pasos es atractivo no sólo por su aspecto y su sabor -que es extremadamente agradable-, sino por su compromiso: el equipo de Martín Códax que elaboró este vino trabaja en varios proyectos con FAPAS, el Fondo para la Protección de Animales Salvajes, para ayudar y proteger a los osos.
Si conocéis más vinos que tengan alguna relación, aunque sea tangencial, con los canes, contadnos en los comentarios y los añadimos.
En EEUU hay también otro tipo de iniciativas, algunas bastante curiosas. Hace poco abrió sus puertas en el Valle de Napa Frenchy Winery, una genial bodega en la que los canes son los invitados estrella. Las etiquetas de sus vinos tienen todas como protagonista a un Bulldog Francés, de ahí lo de Frenchy.
Hay una bodega que ha tenido una idea para amantes del vino y de los perros que me encanta: El Dog Lover's Wine Club propone botellas con etiquetas perrunas, unas ilustraciones que van cambiando mensualmente.
Claro que para toque perrófilo lo de Bark Vineyards,una empresa que produce vinos para perros. En vez de Borgoña (Burgundy en inglés) Barkundy. Evidentemente no tienen alcohol y su idea es que le eches el vino sobre el pienso... No sé yo.
