El consejo es lógico y evidente pero sigue siendo necesario porque muchas veces nos despistamos o pensamos que no tiene importancia, y la tiene: no elegir bien los juguetes o huesos recreativos que ofrecemos a nuestros canes puede tener consecuencias graves.
Hay que tener en cuenta el tamaño de la boca de nuestro perro así como el tamaño y consistencia de los juguetes. Igual con los huesos, los accidentes son frecuentes y peligrosos.
Y, por supuesto, hay que supervisar a los canes, más aún en casas donde conviven canes y niños pequeños donde puede haber objetos del bebé que resulten llamativos para el perro.
Este perro se había tragado un Kong porque era demasiado pequeño para su boca: gracias a una técnica que es extremadamente útil conocer (Extracción Externa), esta veterinaria logró salvar su vida.
Normalmente se utiliza con perros que están inconscientes porque no pueden respirar pero en este caso fue igual de eficaz para desalojar el objeto que el can tenía en la garganta sin tener que intervenir al perrete ¡Menos mal!
Puede suceder en casas donde hay bebés o niños pequeños que en un descuido el can decida tragarse algún objeto que no sea realmente suyo...
Como explica Tamara Hernán, educadora canina y experta en todo lo relativo a familias multi-especie, ese es justamente uno de los peligros cuando perros y peques conviven, si no se trabaja bien el autocontrol o la diferenciación entre juguetes del bebé y del perro, te puedes llevar un grave disgusto.
Es importante, aconseja Tamara,no utilizar los juguetes del bebé para jugar con el perro.
Evidentemente los accidentes suceden, puedes sospechar que el can se ha tragado algo que no debía sí notas:
Aquí el perrete se había tragado... sí, un oso de plástico. Tras verificarlo, lo siguiente será que tendrán que operar al can para sacárselo.
Como comentan varias personas en el mismo hilo de twitter, no es algo esporádico, sucede con cierta frecuencia, un accidente evitable que tiene consecuencias graves; una cirugía.
Supervisión, supervisión y supervisión, además de, como decíamos al comienzo, elegir bien los juguetes que ofrecemos a nuestros canes en casa para que sean resistentes -y no se puedan zampar un trozo- y para que sean siempre del tamaño adecuado para nuestro propio perro.
Y si sospechas que tu perro se ha podido tragar algún juguete o algún objeto, de inmediato al veterinario.
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