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El emotivo relato de una voluntaria sobre el perro al que acogió y quiso hasta que pudo ser adoptado

El emotivo relato de una voluntaria sobre el perro al que acogió y quiso hasta que pudo ser adoptado

Última actualización del articulo el día 07/03/2018

Cuando veáis las fotos y el vídeo entenderéis cómo la gente pudo pensar que esto era un truco de photoshop. Es difícil de creer pero sí, es el mismo perro. Es Billy. Del todo impresionante el relato que ha compartido la mujer que se ocupó de que el can pudiera salir adelante así como los vídeos que ha compartido sobre el viaje de este perro. Lo encontraron en los huesos en la calle, en Grecia, y ahora vive junto a una nueva familia, también griega, pero en Suiza. La persona que hizo posible esa transformación ha compartido su historia en facebook y en youtube: Demuestra, una vez más, la increíble generosidad de tantos y tantos voluntarios y casas de acogida, personas en todo el mundo que no solo cuidan de los canes en casa sino que luego saben cuándo dejarlos ir, a su hogar definitivo.


"Vi su primera foto en facebook. Una mujer pasando por la ciudad en tren lo vio merodeando las calles alrededor la estación. Si perteneces a organizaciones animalistas en Grecia ves demasiado dolor cada día, pero aquella foto me rompió el alma. 

No tenía ni idea de en qué me estaba metiendo cuando dije: "traedlo y yo lo acojo" pero el día diguiente dos de nuestras voluntarias viajaron 70 kilómetros para ir a buscarlo. Y consiguieron cogerle.

Esa misma tarde fuimos al veterinario. Al sacarlo de su transportín, su mirada de sufrimiento y su terror absoluto eran tan petrificantes que ni siquiera pudimos llorar. Pensabamos que lo habíamos rescatado simplemente para darle la opotrunidad de una muerte digna, y estabamos seguras de que el médico nos aconsejaría dormirlo. Pero no lo hizo. Lo examinó, le tomó muestras de sangre y nos mandó a casa.

Las semanas siguientes fueron especiales para los dos. Él se sentía seguro y tan cómodo en aquella pequeña habitación que se quedaba durmiendo durante horas.

Sólo se levantaba para comer, y se dormía de nuevo. Nunca se escuchó el mínimo ruído. Ni un ladrido ni el más mínimo movimiento. Estaba tan agotado que sólo se levantaba una vez al día para hacer sus necesidades.

Al cabo de diez día estaba mejor y empezó a dar pequeños paseos en la terraza.

La primera vez que movió la cola me dieron ganas de llorar.

Compartíamos información sobre su salud cada semana, y con cada foto que publicábamos, esa idea inicial de tener que sacrificarlo parecía más y mas ridícula.

Cuando hicimos el rodaje para la parte de "después" de su video el principio parecía falso. Había gente comentando en youtube que no era el mismo perro, que no podía ser verdad. Despues nos llegó un correo desde muy lejos. Fue la primera y única solicitud de adopción que recibimos, pero habríamos escogido ésta entre un millón de otras.

Emma era griega viviendo en Suiza y había seguido la historia de Billy desde el principio. Empezamos a intercambiar mensajes. La informaba sobre todo lo que sabía sobre él, lo que le gustaba y lo que no, y cómo pensaba que se portaría en un entorno nuevo.

El adiós en el aeropuerto fue una de las cosas más difíciles que tuve que hacer en mi vida. Volví a casa llorando y esperando a que su vuelo aterrizara. Hablamos por skype la misma noche.

Ya lo extrañaba tanto... pero me ponía tan feliz verlo donde pertenecía. Y después empezaron a llegar los primeros mails y mensajes con fotos y videos de su nueva vida.

Me hicieron parte de su vida. En diez meses Emma y yo habíamos intercambiado más de 2300 mensajes; con cada nueva foto mis recuerdos de Billy eran cada vez más vivos pero también lejanos.

Muchos perros vinieron despues de él. Perros a los que amé, acogí y ayudé.

Pero Billy seguia ocupando la pantalla de mi ordenador, la de mi móvil e incluso la foto de mi perfil en facebook.

Era cómo si quisiera mantener su memoria viva, mientras el tiempo pasaba y se alejaba cada día más. Y finalmente la reunión sucedió. Estaba entusiasmada y lo estuve planeando todo desde que Emma me escribió para decirme que pensaban visitar Grecia por Navidad.

Billy, siempre más especial de lo que podías planear o imaginar de él. Claro que me reconoció, y reconoció a mis perros también y se fueron a jugar juntos.

Pasamos en día entero juntos. Estaba tan feliz. Un perro feliz. Un perro que no tenía nada que ver, no sólo con aquella masa de huesos que había acogido los primeros días, sino ni tampoco con el perro hermoso que yo recordaba. Lo estaba mirando, y mientras sabía que era él, de una manera parecía que no lo era.

Estaba totalmente formado for esta extraordinaria pareja que lo adoptó y era 100% su perro. Ya lo podía ver, y estaba aliviada.

Este video se lo dedico a los padres de Billy, por todo lo que hicieron, y por todo lo que harán, pero sobre todo por permitirme a dejarlo ir de la manera más suave posible."

PD: Este otro vídeo, montado al revés, para mostrar el camino de Billy pero a la inversa, es todo un alegato contra el abandono.