Hoy os contamos dos historias que, esperamos, tendrán final feliz. La historia de Django y la de Caramelo: dos canes que han tenido la fortuna de toparse con buena gente y que ahora esperan tener otro golpe de suerte y encontrar un hogar definitivo.
A Django se lo encontraron hace un par de semanas en una carretera secundaria por el pantano de Entrepeñas (Guadalajara). Iba caminando por mitad de los dos carriles. Pararon el coche y él se metió en el maletero de un brinco. Fueron preguntando por las casas de alrededor pero... no era de nadie.
De hecho, un guarda les dijo que creía que le habían abandonado un par de días antes.
Lo llevaron al veterinario: no tenía chip... ahora ya sí y tiene todas las vacunas necesarias. La semana que viene será castrado y estará listo para encontrar un hogar al que alegrar.
Tiene un año y pesa 22 kg. Es blanco con alguna mancha canela. Es guapo, ya lo véis, juguetón, sociable y cariñoso. Necesita estar acompañado, estar con alguien que le dedique tiempo hasta que se adapte, porque cuando se queda solo, es un poco trasto y hace alguna travesura. Si estás con él, se porta muy bien.
El contacto para los interesados por Django es Raquel: 697821727.
Caramelo es una SraPerra: apareció hace unos meses dando vueltas por la carretera, asustada, no se iba ni hacia un arcén ni hacia otro: lograron cogerla. Y tampoco ella tenía chip.
El finde pasado una familia se interesó por Caramelo pero la han devuelto: a la mujer que tenía que sacarla de paseo por las tardes le parecía demasiado grande.
Caramelo es muy alegre, tiene mucha energía, es mediana y ya no va a crecer más: se lleva genial con perros y gatos y se deshace en mimos con cualquiera que la trate bien.
La llamaron Caramelo porque tiene los ojos de ese color. Necesita encontrar a unos humanos con ganas de pasear y de dedicarle tiempo: no llega al año de edad y es muy juguetona, necesita ejercicio para desfogar.
El contacto para los interesados por Caramelo es Alba, info@aphoyo.org
