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Ciertos comportamientos en perros -en Golden Retrievers- y en personas tienen un origen genético similar

Ciertos comportamientos en perros -en Golden Retrievers- y en personas tienen un origen genético similar

Última actualización del articulo el día 26/11/2025

Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge ofrece una muy interesante ventana a las emociones caninas y, de paso, ha mostrado que ciertos genes relacionados con el comportamiento de los perros están asociados con rasgos como la ansiedad, la depresión y la inteligencia en las personas.

El equipo analizó el código genético de más de 1000 Golden Retriever de entre tres y siete años y lo comparó con los rasgos de comportamiento de cada perro, evaluados mediante un detallado cuestionario cumplimentado por sus tutores.

El objetivo principal era comprender mejor qué genes influyen en ciertos rasgos de comportamiento canino y comprobar si estos mismos genes también aparecen asociados a rasgos emocionales o cognitivos en humanos. La idea de fondo es que, aunque perros y humanos son especies muy diferentes, existen mecanismos biológicos compartidos que pueden influir tanto en el carácter como en los estados emocionales. 

El estudio se realizó utilizando los datos del Golden Retriever Lifetime Study, un proyecto de seguimiento que recopila información estandarizada desde 2012.  

Los investigadores analizaron 14 rasgos de comportamiento evaluados mediante el cuestionario C-BARQ y realizaron un amplio estudio genético (GWAS). Identificaron 21 regiones del genoma asociadas a 8 de esos rasgos, entre ellos:

  • Miedo a perros o a desconocidos

  • Miedo no social (ruidos, tráfico, objetos)

  • Agresión dirigida a otros perros

  • Sensibilidad al tacto

  • Problemas relacionados con la separación

  • Entrenabilidad

  • Nivel de energía

Muchos de estos rasgos se asociaron a genes que tienen funciones relevantes en desarrollo o funcionamiento del sistema nervioso.

Con respecto a las personas,los investigadores comprobaron que 12 de los 18 genes candidatos mostraron asociaciones significativas con rasgos psiquiátricos, temperamental o cognitivos en humanos. Entre estos rasgos humanos aparecen neuroticismo, ansiedad, depresión, irritabilidad, sensibilidad emocional, culpabilidad, rendimiento cognitivo e inteligencia.

Esto no significa que un perro con miedo o agresión “tenga” una condición humana equivalente. Lo que sugiere es que tanto en perros como en humanos ciertos estados emocionales o predisposiciones temperamentales pueden tener raíces biológicas comunes.

Uno de los genes, PTPN1, está relacionado con la agresión hacia otros perros en los Golden y también se asocia con la inteligencia y la depresión en humanos.

Otra variación genética, identificada en perros que muestran miedo ante otros canes, también influye en si las personas tienden a preocuparse demasiado tras sentir vergüenza o si alcanzan altos niveles educativos.

Es decir, el estudio aporta pruebas sólidas de que humanos y Golden Retrievers comparten raíces genéticas en su comportamiento.

“Estos resultados muestran que la genética influye en el comportamiento, haciendo que algunos perros tengan una predisposición a percibir el mundo como algo estresante. Si sus experiencias de vida lo agravan, pueden comportarse de formas que interpretamos como mala conducta, cuando en realidad están angustiados”, explicó Enoch Alex, uno de los autores del estudio.  

El estudio mostró que la capacidad de aprendizaje en los Golden está asociada a un gen, ROMO1, que en humanos se relaciona con la inteligencia y la sensibilidad emocional. Esto significa, según los investigadores, que quienes conviven con ellos deben tener en cuenta que el componente emocional influye en el proceso de enseñanza, además de reforzar las conductas deseadas (algo que, por otro lado, conviene tener en cuenta siempre con cualquier peludo, no hace falta que sea un Golden Retriever, añadimos desde SrPerro)

Cómo influyen los genes en el comportamiento y la emoción

Los genes caninos identificados por el equipo no determinan directamente un comportamiento o emoción específica; más bien influyen en la regulación del comportamiento o en estados emocionales más amplios. Por ejemplo, los perros que muestran miedo a cosas como autobuses o aspiradoras tienen un gen que en humanos influye en la irritabilidad, la sensibilidad y en la tendencia a acudir al médico por nervios o ansiedad.

“Los perros que viven con nosotros no solo comparten nuestro entorno físico, sino que también pueden compartir algunos de los desafíos psicológicos asociados con la vida moderna. Nuestros compañeros caninos pueden ser modelos excelentes para ciertas condiciones psiquiátricas humanas relacionadas con alteraciones emocionales”, añadió el profesor Daniel Mills, especialista en comportamiento animal problemático en la Universidad de Lincoln, que también participó en el estudio.