En 2020 había unas 37 clínicas de fertilidad canina en el Reino Unido: en 2023 hay más de 300. Este aumento exponencial en este tipo de centros ha hecho saltar las alarmas y varias organizaciones -especialmente Naturewatch Foundation o la Asociación de Veterinarios Británica- alertan de los problemas que se esconden tras estas cifras y de la crisis de bienestar animal que pueden crear.
La demanda de perros "de moda" durante la pandemia es una de las razones para el crecimiento del sector de la fertilidad canina: las clínicas tienden a centrarse en las razas más poulares y demandadas, como los Bulldogs franceses o ingleses, que a menudo tienen dificultades para aparearse y parir de forma natural.
Y la preocupación es que estos centros ayudan a crear versiones cada vez más extremas de esas razas. Algo contra lo que, justamente, los veterinarios de todo el mundo llevan años alertando para evitar que se agraven aún más los serios problemas de salud que sufren estos perros debido a que se prima su aspecto sobre su salud.
En esos centros ofrecen procedimientos como la inseminación artificial o las ecografías, pero lo que se ha detectado es que una mayoría de ellos lo hacen sin contar con la presencia de veterinarios por lo que hay un grave riesgo de que se pueda generar problemas de bienestar para las perras.
Según el informe anual de PDSA, el 68 % de los profesionales veterinarios ha tenido como cliente a un perro tratado en una clínica de fertilidad canina, y casi la mitad (48 %) de los profesionales veterinarios encuestados dijeron que tenían preocupaciones sobre el bienestar del perro como resultado de su asistencia a una clínica de fertilidad canina.
El 1 % de los dueños de perros, el equivalente a 97 000 perros, han acudido a una clínica de fertilidad en los últimos 12 meses.
Como dato adicional, dicen desde PDSA, muchas clínicas de fertilidad parecen tener una fuerte asociación con la cría poco ética, incluida la producción de cachorros con una conformación extrema, lo que provoca graves problemas de salud y bienestar.
Esto es algo que se comprueba en más detalle en los informes de Naturewatch Foundation donde se constata la relación de estos centros con criadores de perros sin licencia y el comercio ilícito de cachorros.
Estos son los principales problemas detectados por los veterinarios en el Reino Unido como consecuencia del aumento de las clínicas de fertilidad canina no reguladas:
• Aumento de piometras (infecciones del útero).
• Diagnósticos (erróneos) que hacen que las personas retrasen la búsqueda de un tratamiento vital.
• Clientes que siguen malos consejos sobre el cuidado de las perras y los cachorros.
• Cuidado posterior deficiente después de una cesárea.
• Cachorros huérfanos que mueren debido a la mala atención en un clínica.
Para mejorar el bienestar de los perros tratados en estas clínicas y para proteger a los propietarios que pueden no estar al tanto de las posibles preocupaciones, se necesita con urgencia una mayor regulación de las clínicas de fertilidad canina, dicen todas las organizaciones que alertan sobre este creciente problema: una forma de lograr esto podría ser exigir que estas clínicas sean inspeccionadas y autorizadas por las autoridades locales.
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