Hay que ver lo mucho que disfrutan los perros, la gran mayoría de ellos, frotándose felices y contentos contra un área concreta de la hierba o de la tierra cuando ahí hay algo apestoso para los humanos, los restos de heces de algún otro manífero, por ejemplo, o de algún animal muerto...
Los expertos no se han puesto de acuerdo en la razón para este comportamiento canino tan frecuente y posiblemente natural, eso de revolcarse en olores pestilentes.
Hay diversas explicaciones pero ninguna tajante: al incorporar ese olor a su cuerpo podrían estar tratando de transmitir información a sus congéneres sobre algo interesante, un aroma que señala un lugar en el que hay algo comestible; hay quien sugiere que así marcan el lugar con su propio olor... o que pretenden matar cualquier pulga que ronde por su cuerpo.
Y, las dos teorías favoritas de Stanley Coren: al embadurnarse en algún tipo de materia orgánica apestosa, los canes reflejan lo que hacían sus ancestros, están enmascarando su propio olor para poder ir de cacería sin ser detectados. O, sencillamente, dado que su sentido favorito es el olfato, están dándose un baño de olores potentes.
En cualquier caso, parece que no sólo sucede cuando se topan con restos orgánicos en sus paseos, hay otros olores que desatan el mismo comportamiento...
Es improbable que el departamento de marketing de AXE utilice este vídeo para promocionar su producto :-)
Y esta visto que no le pasa sólo a un perro, ¿¿qué demonios tendrá el body spray de AXE?? Atracción animal, pero de verdad.
