Abby es una labradora realmente mañosa y amante del surf: esta guapa perra tuvo la enorme suerte de ser adoptada por una familia que vive en una casa con piscina. Y así descubrieron su talento oculto: ella, desde el primer día, demostró sus dotes para el bodyboard. Aprendió solita a saltar encima de la tabla y así poder atrapar juguetes de la piscina ¡prácticamente sin mojarse!
Es una pasada verla en acción, guardando el equilibrio mientras no pierde de vista su objetivo, la pelota.
Persistente y muy lista, ¡es una crack!
Pero casi más impresionante es cómo ella misma echa la tabla a la piscina...
¿Se puede decir que practica Doga piscinero? Pues... casi, casi :-)