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La dipilidiosis, un gusano presente en el 38% de los perros, transmitido por pulgas y piojos

La dipilidiosis, un gusano presente en el 38% de los perros, transmitido por pulgas y piojos

Última actualización del articulo el día 19/10/2016

Entre los múltiples parásitos internos que pueden infestar a perros y gatos (y también a las personas) está el Dipylidium caninum, que es un gusano intestinal de forma aplanada del tipo tenia, comúnmente conocido como solitaria.

Entre los múltiples parásitos internos que pueden infestar a perros y gatos (y también a las personas) está el Dipylidium caninum, que es un gusano intestinal de forma aplanada del tipo tenia, comúnmente conocido como solitaria.

En España, los estudios indican que el 38% de los perros y el 33% de los gatos presentan este tipo de parásito en su intestino. ¡Este gusano puede llegar a alcanzar hasta 70 centímetros de longitud y 3 centímetros de ancho y se alimenta de los nutrientes que consume la mascota en la que se aloja!

¿Cómo se transmite?

El ciclo de vida del Dipylidium caninum inicia cuando parásitos externos como las pulgas y los piojos, durante su estado larvario, ingieren los huevos del gusano. Cuando la pulga o el piojo pasan a su estado adulto ya están infectados y sirven de hospedador para las larvas de la lombriz.

Pero… ¿Cómo se transmiten las larvas de las tenias a nuestras mascotas? Esto sucede cuando nuestros peludos se acicalan, por ejemplo, e ingieren los artrópodos portadores. Posteriormente, las larvas crecen y se desarrollan hasta su fase adulta en el intestino de nuestros perros o gatos.

Estos gusanos también pueden desarrollarse en el intestino humano si, accidentalmente, una persona ingiere una pulga portadora de tenias en su estado larvario.

La vida de este tipo de parásito continúa en el intestino y sus huevos son expulsados a través de las deposiciones, volviendo a comenzar el ciclo cuando las larvas de las pulgas los ingieren.

 

¿Cuáles son los síntomas y las consecuencias?

 

Por lo general, una mascota con dipilidiosis no presenta síntomas más allá del prurito analque es ocasionado por el movimiento de los proglotis, que son los segmentos que le sirven al gusano para adherirse a las paredes del intestino. En caso de que nuestra mascota esté afectada, probablemente la veamos arrastrándose contra el suelo para rascarse, síntoma que en este caso nos daría la señal de alarma de que algo no anda bien con su salud.

Si existe un gran número de parásitos alojados, los nutrientes que éstos “roban” a nuestros peludos también les pueden ocasionar retraso en el crecimiento, pérdida de peso, mal aspecto en el pelaje y problemas digestivos como dolores abdominales, estreñimiento y diarrea. Por ello es importante que estés alerta ante cambios negativos en su aspecto y su estado de salud general.

Cuando aún no se presentan estos síntomas, es decir, cuando la infestación no es elevada, es posible detectar en las heces a los proglotis, que tienen un aspecto parecido a los granos de arroz.  Comúnmente, esta es la forma temprana en la que se suele detectar la dipilidiosis.

 

Prevención

 

Cuando detectemos que nuestra mascota está infestada por parásitos intestinales, debemos acudir rápidamente al veterinario para que nos marque la pauta a seguir para la eliminación de las tenias. Además, es imprescindible eliminar también los parásitos externos que habitan en nuestra mascota, con productos como el collar Seresto, que cuenta con una eficacia inmediata y ofrece a tu mascota hasta ocho meses de protección continua contra pulgas y garrapatas.

Igualmente, es necesario limpiar muy bien los lugares en los que las larvas de las pulgas pueden haberse alojado, pues para combatirlas de forma correcta, es necesario romper su ciclo de vida. Recuerda que en invierno las pulgas continúan vivas en la calidez de tu hogar, ¡así que no te confíes!