Diarrea tras tomar un vaso de leche, hinchazón en la cara después de consumir huevos de gallina o un ataque de asma severo debido al polvo de cacahuetes son signos de intolerancia o alergia a los alimentos. No solo afectan a los humanos, otros mamíferos como perros, gatos y caballos pueden presentar síntomas similares tras ingerir ciertos alimentos.
El número de animales que sufren alergias e intolerancias alimentarias incluso es ya igual al de los humanos.Por eso, un grupo de trabajo de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI) centrado en este tema acaba de publicar un informe que resume lo que se sabe hasta ahora y, sobre todo, las lagunas de conocimiento que sería importante solventar.
"Todos los mamíferos son susceptibles de desarrollar alergias ya que su sistema inmune es capaz de producir inmunoglobulina E", explica la responsable del informe, Isabella Pali-Schöll.
Estos anticuerpos especiales son clave en la respuesta inmune contra diversos patógenos. Y también son responsables de los síntomas de alergia de tipo I, los que ocurren de forma inmediata e incluyen alergia al polen, asma alérgica y shock anafiláctico. En el campo de la nutrición, también hay formas muy comunes de intolerancia alimentaria no inmunológica.
El informe de Pali-Schöll y Erika Jensen-Jarolim, de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena y de la Universidad de Medicina de Viena, muestra que los síntomas de la intolerancia alimentaria son similares tanto en animales como en humanos.
En el caso de perros, gatos o caballos, sin embargo, las reacciones adversas afectan principalmente a la piel, seguidas por el tracto gastrointestinal.
Incluso hay superposiciones entre los desencadenantes de la respuesta inmune a ciertos alimentos e ingredientes. Los perros pueden sufrir tanto de intolerancia a la lactosa como de alergias a la proteína láctea. Algunos mamíferos también son susceptibles a reacciones alérgicas a ciertas proteínas en trigo, soja, cacahuetes, nueces, pescado, huevos y carne.
El diagnóstico de alergia molecular para animales aún está poco desarrollado
El conocimiento preciso sobre las moléculas activas de los alérgenos ayuda a evaluar los riesgos de reacciones graves, especialmente cuando hablamos de alergias a los alimentos.
Muchas de estas moléculas alergénicas que afectan a los humanos han sido identificadas y ya se usan en diagnósticos, como la llamada prueba de microchips de alérgenos. En lo que respecta a los animales, todavía hay una gran necesidad de investigación.
Evitar los alérgenos es lo único que se puede hacer por ahora:la llamada dieta de eliminación es el requisito previo para el diagnóstico correcto de animales y humanos.
Este régimen consiste en eliminar todas las fuentes de proteína de la dieta de un animal. "Durante este período de diagnóstico, el animal será alimentado con comida casera o alimentos de dieta prescritos por un veterinario. Solo entonces, y si no ha habido reacciones alérgicas peligrosas antes, la comida 'normal' puede reintroducirse gradualmente", aconseja Pali-Schöll.
Este procedimiento de diagnóstico permite que la dieta libre de alérgenos se adapte a la intolerancia alimentaria respectiva, al tiempo que se evitan restricciones innecesarias.
Una comparación exhaustiva de las reacciones adversas a los alimentos en humanos y animales ofrece una idea de los factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad y, por lo tanto, puede conducir a mejores recomendaciones para la prevención y el tratamiento de reacciones alimentarias adversas en animales y humanos.
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