• Compartir
  • Whatsapp de SrPerro

Miedos y ansiedad en perros: análisis de los tratamientos más habituales y su efectividad

Miedos y ansiedad en perros: análisis de los tratamientos más habituales y su efectividad

Última actualización del articulo el día 11/03/2023

Los trastornos relacionados con el miedo y la ansiedad son cada vez más frecuentes en los perros. Y, lo que es peor, estos problemas están muchas veces tras la decisión de entregar (o abandonar) a canes en perreras y protectoras.

Un estudio del profesor Nick Dodman e Ian Dinwoodie, de la Universidad de Tufts y del Centro de Estudios del Comportamiento Canino analiza esta cuestión para entender cómo se afrontan en la actualidad estos estos problemas y comprobar qué técnicas han producido resultados positivos y cuales no.

El 44 % de todos los perros en EEUU tienen problemas de miedo o ansiedad, según datos corroborados por el profesor Dodman a través del Centro de Estudios del Comportamiento Canino.

Para este estudio, cuyos resultados, en versión resumida, han compartido en su web, han tenido en cuenta cinco tipos de categorías de miedo/ansiedad: inanimado (fuegos artificiales o truenos), animado (personas y otros animales), situacional (ansiedad por separación, etc.), trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y trastorno de estrés postraumático (TEPT). 

Los perros que participaron en el estudio abarcaban varias razas pero cerca del 50% eran mestizos. La mayoría estaban esterilizados y la media de edad era de 6 años.

Solo el 50% de los tutores de estos perros buscó ayuda profesional para su can. De los que lo hicieron, el 69 % vio al menos a un profesional. 48% de los perros vio al menos un etólogo. El 23% vio a un veterinario, y de esos perros, se descubrió que el 15% tenía un problema médico relacionado con el problema de comportamiento (dolor, convulsiones, problemas en la glándula tiroides y disfunción cognitiva, además de algunas condiciones médicas generales no específicas).

Es importante resaltar esto último: es clave descartar los problemas físicos ante cualquier cambio de comportamiento en un perro.

De los perros que vieron a un veterinario, al 45 % se les recetó medicación. 92 canes recibieron fluoxetina (Prozac), además de otros que recibieron benzodiazepinas, trazadona, paroxetina y otras alternativas. 

¿Qué efectos tuvo esta medicación? Según este estudio, solo los medicamentos de las benzodiazepinas con Valium y Xanax tuvieron efecto positivo y solamente en la categoría de miedo/ansiedad inanimada. Por el contrario, descubrieron que las benzodiazepinas disminuyen las probabilidades de éxito para las condiciones que involucran temores hacia las personas y otros perros.

Las respuestas positivas más significativas se dieron cuando los perros recibieron algún tipo de entrenamiento en positivo, estimulación mental y terapias de habituación. Los perros que habían exhibido comportamientos relacionados con la agresividad tuvieron un menor grado de respuesta positiva en todos los casos.

Ante miedos inanimados, desencadenados por situaciones que con frecuencia no se pueden controlar -como pirotecnia, truenos, etc.- los perros respondieron más favorablemente al uso de benzodiazepinas, al uso de hierbas medicinales y al cambio de dieta. En cuanto a las hierbas utilizadas en el estudio no recabaron datos concretos pero el profesor Dodman ofrece algo de información al respecto en el vídeo, desde triptófano a valeriana.

Para los perros con miedo/ansiedad animada, la consulta con un especialista en comportamiento, los protocolos de relajación, la desensibilización sistemática y el contracondicionamiento parecieron tener el impacto más positivo. Por el contrario, la castración impactó negativamente sobre estos tratamientos, al igual que el uso de benzodiazepinas.

Para el miedo/ansiedad situacional, las respuestas más positivas se obtuvieron con sesiones cortas y frecuentes con algún profesional del comportamiento canino para poner en práctica protocolos de relajación, estimulación mental...

Otra conclusión interesante es que en perros que sufren ansiedad generalizada, las sesiones formales de entrenamiento fueron negativas pero lo que sí tuvo impacto positivo fueron las actividades deportivas o grupales, con otros perros: para los autores del estudio esto se debe a la integración social implícita en ese tipo de propuestas. 

Finalmente, para perros con PTSD no se encontraron tratamientos efectivos. De hecho, las cosas que se suponía que ayudaban, como el ejercicio, eran perjudiciales. 

Aquí en la charla analizan estos resultados y ofrecen también ejemplos concretos sobre los canes que formaron parte en el estudio.

 

Te puede interesar