TODOS LOS TEMAS
Educación canina

Juguetes inteligentes para canes: Nina Ottosson, o cómo hacer que tu perro discurra

Compartir
Whatsapp de SrPerro

Última actualización del articulo el día 19/10/2016

Hace tiempo, Cristina Campo -educadora canina y responsable de Canescool-compartió con nosotros consejos de lo más prácticos sobre juegos y juguetes para mantener entretenidos a nuestros canes.

Hace tiempo, Cristina Campo -educadora canina y responsable de Canescool-compartió con nosotros consejos de lo más prácticos sobre juegos y juguetes para mantener entretenidos a nuestros canes.

Y ahora ha tenido la amabilidad de explicar en más detalle cómo funcionan los juguetes de Nina Ottoson, los que han significado un antes y un después en cuanto a ocio canino, por así decirlo :-) Seguro que os resulta tan interesante como a nosotros. Ah, y vuestros canes lo pasarán en grande si seguís los consejos de Cristina.

Siempre que pensamos en juguetes para perros nos vienen a la cabeza las mismas imágenes: una pelota de tenis, un hueso o un pato que chilla.

Lo cierto es que de un tiempo a esta parte se han desarrollado cantidad de juguetes que no sólo entretienen a nuestro perro, si no que además son capaces de estimularle mentalmente.

Pero, ¿qué es esto de la estimulación mental? Pues ni más ni menos que conseguir que nuestro perro piense y sea capaz de resolver problemas.

Nina Ottosson

La responsable de estos nuevos juguetes es Nina Ottosson, y aunque ya se pueden encontrar de muchas otras marcas, ha sido ella la que los ha popularizado.

Son unos juguetes para perros como nunca antes los habías visto, ya que con ellos desarrollamos todo el potencial de nuestro can. Le damos la oportunidad de utilizar su olfato de un modo activo, de manera que se sienta bien, gane en confianza y además, mejoramos nuestro vínculo con él. Son juegos cooperativos en los que tanto nuestro perro como nosotros disfrutamos y aprendemos.

Consiguen cubrir las necesidades de caza de una manera sencilla y divertida.

Los juguetes

Pero vamos a ver en qué consisten. La idea básica es que vamos a esconder un premio y el perro va a tener que encontrarlo. Vaya, pues esto que a priori parece muy sencillo, nos va a dar horas y horas de diversión.

Para empezar, existen distintos niveles de complejidad.

Los más sencillos son los “tipo trilero” en los que algo tapa el trocito de comida que nuestro perro debe encontrar. Por un lado debe ser capaz de detectar donde se encuentra escondido el premio y además tendrá que resolver el problema de cogerlo, ya que estará oculto tras algo.

En el modelo Dogsmart lo que nos encontramos es que un hueso de plástico o un tapón de madera tapa el premio entre otros muchos huesos o tapones.

Para iniciar el juego deberemos ayudar a nuestro perro para que sea fácil y rápido encontrar su trocito jugoso de premio, bien poniendo únicamente un hueso y el premio o dejando el hueso que tapa mal colocado para que pueda retirarlo fácilmente o poniendo un premio bajo cada hueso/tapón...

Los juguetes están hechos en plástico o madera muy resistente, para que aguanten y sean fáciles de limpiar.

Tendremos que tener en cuenta la complejidad del juego y recordar que es algo con lo que divertirnos con nuestro perro, si intentamos forzarle a jugar o le frustramos a la hora de conseguir el premio, probablemente no lo encuentre divertido y deje de jugar rápido.

En el mismo nivel se encuentra el Dogspinny que es una especie de disco en el que el perro debe hacer girar la parte de arriba para hacer coincidir el agujero en la tapa con el hueco donde se encuentra el premio. Algo más complicado que el Dogsmart que únicamente tiene que tirar lo que tapa la chuche. Además, tiene un hueso que hace de enganche. Vaya, que la cosa se va complicando y sólo estamos en el primer nivel.

En el siguiente nivel de dificultad, donde está por ejemplo el Dogfinder, el perro tiene que empezar a mover las piezas para poder encontrar el premio. Esto requiere un grado de concentración y de habilidad considerable. Debemos enseñar al perro a jugar, no dejarle que mordisquee las piezas, hacer que únicamente pueda retirarlas con la boca y no con las patas, que vuelva a ponerlas en su sitio… Una vez que aprenda a jugar podremos complicárselo tanto como queramos, pero debemos empezar siempre de la forma más sencilla posible.

En el último nivel de dificultad nos encontramos ya con que se deben retirar piezas para que otras se muevan y poder alcanzar los premios. Una forma de enseñarle es que vea cómo lo hacemos nosotros, una especie de haz lo que yo hago

Insistir en que debemos siempre divertirnos y hacerlo muy sencillo para “enganchar” a nuestro perro. En este nivel nos encontramos con el Dogcasino, que para que te hagas una idea de su complejidad tiene cajones que hay que abrir y huesos que impiden que estos cajones puedan abrirse. ¡Todo un rompecabezas para tu peludo!

Otros objetivos

Pero además, por si todo esto fuese poco (divertirnos, pasar un buen rato,  estimular mentalmente a nuestro perro…), podemos trabajar obediencia y autocontrol, pidiéndole que se esté quieto mientras lo preparamos, dándole una señal de inicio para jugar, no permitiéndole que mordisquee o se lleve las piezas del juego…

Los juegos de estimulación mental son perfectos para perros muy activos, ya que el trabajo mental cansa mucho más que salir a correr por el parque.

Digamos que son como ir a la escuela.

También funcionan muy bien para ganar confianza en perros miedosos y para ofrecer actividad a perros muy mayores. Incluso funcionan muy bien para perros que no son muy tragones, ya que hay estudios que demuestran que tener que conseguir la comida de forma activa les motiva mucho más que comerla únicamente del plato.

Si aún no los conoces te animo a que compres uno y nos cuentes que tal la experiencia, ¡seguro que no te arrepentirás!

Cristina Campo - Canescool