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La presencia de un perro influye claramente en la sensación de seguridad de las mujeres en entornos urbanos

La presencia de un perro influye claramente en la sensación de seguridad de las mujeres en entornos urbanos

Última actualización del articulo el día 15/09/2022

Muchos estudios han demostrado que la presencia de un perro junto a una persona hace que sea vista como más confiable, agradable, amigable, menos peligrosa y hasta más rica.

La presencia de perros también influye en cómo se perciben diferentes tipos de contextos, desde una oficina a una clase de universidad se tornan más amables cuando en ellas hay un can, explican los autores de esta nueva investigación en torno al "efecto perro" sobre las emociones y la sensación de seguridad de las mujeres en entornos públicos urbanos.

Desde el departamento de Psicología de la Universidad de Jaén y Perruneando han querido evaluar el efecto que tiene la presencia de un perro sobre las emociones y la sensación de seguridad en contextos diferentes.

Querían comprobar, nos explica David Ordóñez de Perruneando, cómo la presencia de un perro puede modificar la percepción de seguridad de diferentes entornos, especialmente de aquellos que son considerados como amenazantes. Los resultados han determinado que la presencia de un perro, especialmente de tamaño pequeño, ayuda a modular esa percepción de seguridad.

¿Cómo han obtenido estas conclusiones? Han tomado fotografías de una mujer y un hombre solos y también acompañados por perros de distinto tamaño en entornos distintos, uno que podríamos considerar como más negativo o amenazante (de noche) y otro más positivo, en un aparcamiento, y de día.  

Entonces un grupo de mujeres universitarias (cerca de 300) ha evaluado las imágenes para ver la sensación que cada una de ellas les ofrecía en diferentes categorías emocionales.

Los resultados indican que ambos tamaños de perro producen mejores evaluaciones (es decir, más positivas, más sentido de seguridad, etc.) frente a las imágenes de una persona sola.

Al comparar el tamaño de los perros, los perros pequeños producen mejores evaluacionesen la mayoría de los contextos emocionales.

Es decir, el "efecto perro" es menos evidente en entornos altamente positivos, aquellos en los que la sensación de inseguridad sería mínima.

La presencia del perro en sí misma (independientemente del tamaño del perro) afecta la evaluación de los participantes en contextos que son más aversivos y poco positivos.

Por eso, explican los investigadores, sería importante considerar la emotividad de los escenarios públicos al evaluar el efecto positivo del perro en escenas en las que se retrata a personas.

El estudio muestra que los hombres provocan más reacciones emocionales negativas y una menor sensación de seguridad que las mujeres dentro de la misma escena emocional (es decir, aversiva o positiva) pero provocan reacciones emocionales más positivas y una mayor sensación de seguridad que las mujeres cuando se les representa en una escena positiva y a las mujeres en una escena aversiva.

Estos resultados tienen implicaciones clínicas para las personas que temen los lugares públicos (p. ej., pacientes agorafóbicos y personas con miedo patológico al crimen): podrían beneficiarse de este "efecto perro" durante las primeras sesiones de tratamiento basado en la exposición (p. ej., al disminuir la intensidad inicial de las emociones negativas cuando se exponen a espacios públicos urbanos).

El efecto positivo de la presencia de un perro podría aprovecharse en otros entornos como en la universidad durante los exámenes o con las intervenciones terapéuticas en hospitales, sugieren los investigadores. Y, explican también, la incorporación de parques para perros en espacios urbanos menos seguros podría aumentar la seguridad y promover el enriquecimiento social en esas áreas.