Gracie es pura alegría y pura energía. A ella nadie le ha informado que eso de andar por el mundo con solo dos patas debería afectar a su estado de ánimo... Ella se lanza a disfrutar, sin más. Y ahora puede hacerlo aún más velozmente gracias a la silla de ruedas temporal que un chaval de 12 años ha creado para ella, ¡con Legos!
Cuando Gracie llegó a la protectora algunas personas pensaron que debía ser sacrificada porque no iba a tener calidad de vida. Y no hay más que verla para comprender lo equivocados que estaban.
Ese es uno de los objetivos de la persona que la adoptó, mostrar que los perros con necesidades especiales pueden ser igual de felices, con un poco de ayuda extra.
Ella y Dylan, el chico que ha construido la primera silla de ruedas para la cachorrota, ya están ideando un nuevo modelo que sirva para elevar un poco a Gracie, para que no se lastime la espalda.