
Leo Blumberg es humano perruno y también productor musical, dos datos importantes en esta historia tan dramática pero, gracias a su pericia, con final feliz.
Él se ha convertido en todo un héroe en Argentina por haber salvado la vida a un perro que estuvo a punto de morir tras un accidente extremadamente peligroso: su correa quedó enganchada en la puerta de un ascensor.
El vídeo del rescate da mucha, mucha angustia pero dado que gracias a la rápida y experta intervención de Blumberg el perro está bien, lo compartimos para concienciar.
Él estaba en su estudio de grabación, por fortuna justo en ese momento en silencio, cuando oyó la alarma del ascensor y salió a ver qué pasaba. Actuó de inmediato y en menos de un minuto, gracias a que Blumberg sabía cómo hacer la reanimación cardiopulmonar (aunque él había aprendido a hacerla en personas), el Schnauzer literalmente vuelve a la vida.
Hay que andar con muchísimo cuidado al entrar y salir de los ascensores con nuestros perros, es mejor habituarse a hacerlo SIN la correa puesta para evitar que algo así pueda suceder en un descuido.
Posteriormente, Blumberg pensó que sería buena idea concienciar sobre lo ocurrido y para ello tuvo la idea de hacer una canción muy especial -en colaboración con veterinarios y con su equipo- para enseñar cómo hacer RCP a un perro.
Por eso decíamos al comienzo que su trabajo también es importante en esta historia.
La buena noticia es que su canción se ha hecho viral, la han compartido en multitud de medios en Argentina, y eso hará que cientos de miles de personas tengan una información muy valiosa.
Aquí os dejamos la canción sobre cómo hacer RCP a un perro tanto en Tiktok como instagram por si queréis compartirla.
Los pasos son, en resumen, tras primero comprobar que no hay nada obstruyendo la boca del perro y que no respira y está inconsciente, entonces hay que proceder con el ABC de los primeros auxilios, Apertura de la vía aérea. Búsqueda de la respiración. Circulación.
Hay que tumbar al perro de lado para que para que el cuello quede recto y la vía aérea esté abierta. Luego cerrar su boca y respirar con la nuestra en su nariz, para intentar que vuelva a respirar por su cuenta. Esto se puede repetir unas cuantas veces. Si no hay pulso, si no respira, entonces se intercala la respiración con compresiones en el centro del tórax. Estas compresiones se hacen con una sola mano si el perro es pequeño.
El accidente que casi le cuesta la vida al perro que protagoniza esta historia es más frecuente cuando se usan correas extensibles pero puede suceder con cualquier correa larga si alguien se despista. Es una de las (muchas) razones por las que las flexi no son nada recomendables.
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