En el cole los humanos les enseñan matemáticas o geografía, pero son los perros -a través del programa de Mutt-i-grees- los que se ocupan de impartir una lección todavía más importante: su presencia ayuda a los niños a estar más tranquilos y sentirse más seguros de sí mismos. Los perros son parte de su educación emocional, fomentando la empatía y la compasión.
Al mismo tiempo que se educa sobre la importancia de la adopción -todos los perros de Mutt-i-grees son de protectoras- se fortalece la educación emocional de los niños.
En EEUU y Canadá 3000 colegios utilizan el método Mutt-i-gree, aunque no todos llevan a perros a las aulas. También se organizan visitas a protectoras donde, por ejemplo, los niños leen a los perros, o enseñan a los niños cómo cuidar de perros que han sido rescatados.
El objetivo es canalizar la afinidad natural entre niños y perros para enseñarles a saber cómo entender las emociones y cómo aprender a gestionarlas. Para enseñarles, con ayuda canina, que si das amor, recibes amor.
Como decíamos antes, no sólo se trata de interactuar con perros en el cole, los niños también aprenden empatía a través del rescate animal: les enseñan cómo cuidar de perros que aún no han encontrado un hogar, les explican lo que son las granjas de cachorros y sus efectos devastadores...
Junto con profesionales de la peluquería canina y los responsables de una gran protectora -North Shore Animal League America- aquí podéis ver cómo cuidan a un grupo de canes que necesitaba ese apoyo extra.
El programa se ha ampliado a los adolescentes. En este caso, los chavales ayudan a educar y rehabilitar a perros de protectoras para que así puedan encontrar un hogar. Y ese trabajo les ayuda a ellos...