Un estudio de la Facultad de Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Adelaida, Australia, ha analizado cómo responden los perros a diferentes categorías de sonidos aversivos, tanto ambientales como humanos así como los factores asociados con reacciones negativas.
La creencia común es que solo los ruidos fuertes y repentinos (como fuegos artificiales, petardos o tormentas eléctricas) provocan reacciones significativas, pero en este estudio han comprobado que los perros también reaccionan fuertemente a sonidos ambientales cotidianos (como aspiradoras, ruido de obras en la calle o camiones de la basura).
Es decir, es importante reconocer que hay una amplia gama de sonidos que pueden afectar negativamente el bienestar canino.
La investigación subraya que la hipersensibilidad al ruido en perros es un problema complejo que abarca una gama más amplia de sonidos de lo que se creía anteriormente. Los sonidos ambientales cotidianos pueden ser tan, o incluso más, problemáticos para algunos perros como los ruidos fuertes y repentinos.
La presencia de ansiedad y, en menor medida, la edad avanzada y ciertas características demográficas de los tutores, son factores de riesgo importantes.
Los perros responden con mayor fuerza a los sonidos que son aversivos (por ejemplo, tormentas eléctricas) o ambientales (por ejemplo, aspiradoras, timbres o ruido de obras) en comparación con los sonidos humanos (por ejemplo, tos).
Los perros mayores y los perros con ansiedad respondieron más fuertemente a los sonidos aversivos. Los perros con ansiedad cuyos tutores eran mujeres mayores de 65 años respondieron con mayor intensidad a los sonidos ambientales.
Entre los ruidos ambientales que han analizado están: aspiradoras, ruido de obras, camiones de basura, Corta césped, aviones, coches, electrodomésticos variados, timbres...
La investigación subraya que la hipersensibilidad al ruido en perros es un problema complejo que abarca una gama más amplia de sonidos de lo que se creía anteriormente. Los sonidos ambientales cotidianos pueden ser tan, o incluso más, problemáticos para algunos perros como los ruidos fuertes y repentinos.
De hecho, estudios previos ya han constatado las reacciones negativas (el miedo) de los perros ante diversos electrodomésticos.
Te puede interesar