La Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha sido la encargada de comunicar que Major y Champ Biden volverán en breve a la residencia oficial del Presidente. Y ha tenido que hacer esta aclaración porque ayer la CNN informaba que había habido un un grave incidente en el que Major, el más joven de los canes, habría mordido a un miembro del servicio secreto, y por eso se habría optado por sacarlos a ambos de la Casa Blanca y mandarlos de vuelta a su casa de Delaware.
Aunque parezca una escena salida de la maravillosa The West Wing, aunque Jen Psaki recuerde involuntariamente a CJ Cregg, esto no es ficción, los perros de la familia Biden han protagonizado la rueda de prensa matutina en la Casa Blanca esta semana.
Y con razón. Es un tema serio que podría tener consecuencias muy negativas para Major y Champ, para todos los perros en general y de propina para la imagen de la familia Biden. De hecho, la pregunta que le hace un periodista a Jen Psaki es brutal: ¿Puede confirmarnos que Major Biden no va a ser sacrificado debido al incidente? No, son parte de la familia, reitera ella, un tanto anonadada.
El hecho de que alguien piense que podría ser remotamente posible sacrificar a un perro que ha protagonizado un incidente -según parece menor- es lo que sí que habría que desterrar.
Los desmentidos publicados en las cuentas oficiales de Major y Champ son francamente simpáticos.
🐾 1. While I strongly maintain that my brother is a furry good boy, I woof like to ask you all to not be pupset at the journalist who broke the Major “incident” news. This is what press are suppawsed to do, it’s their job, it’s not only their prerogative but also their duty. pic.twitter.com/pX5BUFPfW0
— The Oval Pawffice® 🇺🇸 Fans (@TheOvalPawffice) March 9, 2021
El revuelo que se ha generado después de que la CNN publicara que Major se había mostrado agresivo con algún miembro del staff de la residencia, que había habido un incidente y que por ello se había optado por enviar a ambos perros de vuelta a la casa familiar de los Biden es natural.
Es un tema importante y no solo para los propios Major y Champ: por un lado, el regreso de los perros a la Casa Blanca se había celebrado en medio mundo. La llegada de Major aún más puesto que es el primer perro adoptado que corretea por la residencia oficial del Presidente.
Y, evidentemente, el hecho de que Major fuera desterrado por presunto comportamiento agresivo era muy preocupante porque podría, justamente, ofrecer una visión muy negativa sobre los perros adoptados. Por no mencionar que la sugerencia sobre el sacrificio de un perro como primera medida ante un problema menor es dramática.
Celebramos que solo sea un viaje temporal, según explica Psaki, algo habitual mientras Jill Biden está fuera de la residencia. Y viendo la importancia que se le ha dado a este incidente, seguro que la familia Biden también nos contará si eligen contar con la ayuda de algún educador canino en positivo para ayudar a Major a evitar futuros sustos.
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