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Los geniales perros de Harry Bliss: ilustraciones con mucho humor y arte (y mucho, mucho amor perruno)

Los geniales perros de Harry Bliss: ilustraciones con mucho humor y arte (y mucho, mucho amor perruno)

Última actualización del articulo el día 03/12/2022

Harry Bliss es un dibujante e ilustrador que trabaja en el New Yorker, esa revista que tantísimas alegrías nos da a las personas perrunas.

Además, Bliss ha publicado más de 25 libros para niños y miles de tiras cómicas, sindicadas en todo el mundo. Comparte su trabajo en redes y, por si os interesa, muchas de sus ilustraciones están a la venta a través de su web.

Lo bueno es que Bliss es un humano muy perruno con una marcada capacidad para transmitir las risas, la ternura y la locura que puede ser, a veces, la vida junto a un perro, (junto con buenas dosis filosofía, entre existencial y absurda). Vamos, que sus tiras dedicadas a perros y gatos son una absoluta delicia :-)

Os dejamos aquí algunas de sus tiras cómicas pero entrad en su web y veréis que hay muchas, muchísimas más. Un buen número de ellas están dedicadas a su vida junto a Penny, la que fuera su perra del alma y su gran musa canina. 

"¿Me la dejas?, Eh, ¡que es mi turno ahora!"

 

"Acabas de parpadear. Has parpadeado tú antes, te he pillado. ¿Lo volvemos a hacer? Venga, preparados, listos, ya."

 

 

¿Cómo puedes ser tan bella teniendo ese (espantoso) aliento? 

 

"Hoy, sin correa. Te lo has ganado"

 

"Llega ella. Pase lo que pase, recuerda que te quiero a ti más".

El texto que acompaña a esta ilustración seguro que os llega al alma, como a mi:

"Me estoy percatando que mi amor por Penny era mucho más grande que cualquier amor que haya sentido antes. Ella puede haber sido el amor de mi vida. Mis más sinceras disculpas a mi esposa y familia."

 

Bliss tiene muchas otras tiras dedicadas a Baley y otros canes con gran afición por perseguir ardillas o acompañar a sus humanos :-)

"Gracias, por acompañarme, todo da menos miedo contigo a mi lado."

 

Y él también ha sufrido a través de sus animales -como sufrimos demasiadas personas- por la absoluta falta de empatía y responsabilidad de esos que deciden festejar a través del máximo estruendo.

 

Es un prodigio:

 

¿Se pueden quedar a cenar mis amigos?

 

"Mojé la cama. Que, por cierto, es también tu cama".

 

 

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