Sae Kodama lleva años haciendo un trabajo impresionante para intentar ayudar a los animales en Japón: retrata a los canes que están en las perreras, los que van a ser sacrificados porque son demasiado viejitos y nadie se interesa por ellos, con frecuencia porque sus propios dueños, también mayores, enferman o no pueden ya cuidar de ellos...
Kodama se acerca a las perreras para sacar fotos a los abueletes perrunos, abandonados, desechados cuando más necesitan el calor de un hogar. Ella les hace "su último retrato".
Con esas fotos y las historias que hay tras cada una de ellas Kodama organiza constantemente, desde 1988, exposiciones que ella llama "Requiem por los Animales".
Son muestras que van más allá de la fotografía puesto que su objetivo real es concienciar sobre la importancia de la tenencia responsable, para que más personas entiedan que los perros que entran en las perreras, si son viejitos, sencillamente son sacrificados.
Aunque en Japón cada vez más municipalidades trabajan por el sacrificio cero, aún no es la norma en todo el país.
Sae Kodama quiere cambiar esa cruel realidad y ahora acaba de publicar un libro, "Las Lágrimas de los perros viejos", 14 maneras de proteger sus vidas y sus corazones.
Un libro con el que espera que esas imágenes lleguen al corazón de muchas más personas, para reducir los abandonos y acabar con el sacrificio de animales sanos.
Al difundir información sobre la realidad de los perros mayores abandonados esta fotógrafa espera lanzar un mensaje claro contra los dueños irresponsables. Espera reducir el número de perros viejitos sin suerte.
Como este Pomerania, a quien sus dueña dejó en una perrera ¡porque le daba pena verle morir!
